Tráfico gastará 7,3 millones al año en conservar las carreteras de pirineos y valle del ebro


La Dirección General de Tráfico (DGT) invertirá en los dos próximos años un total de 14.518.708,74 euros (casi 7,3 millones anuales) en la conservación y adecuación de las instalaciones de regulación y control de las carreteras nacionales que transcurren por el valle del Ebro y los Pirineos, en las provincias de Zaragoza, Huesca, Teruel, La Rioja y Navarra.
Tráfico ha adjudicado este servicio a Sociedad Ibérica de Construcciones Eléctricas (SICE), según el anuncio de formalización de contratos publicado este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), recogido por Servimedia.
Los trabajos se realizarán durante 24 meses y, según el pliego de prescripciones técnicas del concurso, abarcarán un total de 2.769,01 kilómetros, repartidos en 44 tramos de carreteras de titularidad nacional que controla el Centro de Gestión del Tráfico de Pirineos-Valle del Ebro, con sede en Zaragoza.
Los tramos más largos están en la A-2/N-II, entre Zaragoza y La Junquera (449,07 kilómetros); la AP-68, entre el País Vasco y Zaragoza (205,80); la A-68/N-232, entre Zaragoza y Briones (199,63); la A-23, entre La Puebla de Valverde y Zaragoza (188,96); la N-145, hasta la frontera con Andorra (188); y la N-330, entre Zaragoza y Canfranc (170,45).
El contrato incluye la conservación y mantenimiento de los postes de auxilio que aún quedan en esos tramos de carreteras, así como su retirada, conforme al calendario que establezca la DGT.
Además, la empresa adjudicataria debe controlar los paneles de mensaje variable, las estaciones de tomas de datos, las estaciones meteorológicas, los radares, las estructuras y el suministro eléctrico, entre otras tareas.

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