Wall Street baja 0,15 % a la espera del inicio de la temporada de resultados

Nueva York, 8 ene.- Wall Street abrió hoy sin una tendencia definida y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, bajaba un moderado 0,15 % a la espera del arranque de la temporada de resultados empresariales en EE.UU. con la difusión de las cuentas del productor de aluminio Alcoa tras el cierre de la sesión.

Media hora después del inicio de las contrataciones, ese índice restaba 20,12 puntos para situarse en las 13.364,17 unidades, en tanto que el selectivo S&P 500 bajaba el 0,11 % (-1,67 puntos) hasta 1.460,22 unidades.

Por el contrario, el índice compuesto del mercado Nasdaq subía el 0,12 % (3,57 puntos) para colocarse en 3.102,38.

La cautela seguía imponiéndose así en el parqué neoyorquino mientras todas las miradas se concentran en la época de difusión de resultados en este país, que comienza hoy de la mano de Alcoa (0,44 %) y continuará esta semana con otras importantes cuentas como las del banco Wells Fargo (-0,45 %).

Los inversores retomaban así la prudencia del lunes, cuando el Dow Jones perdió el 0,38 % también debido al compás de espera por la temporada de resultados y por la recogida de beneficios después de las ganancias con las que se celebró la semana pasada el acuerdo del Congreso de EE.UU. para evitar el "abismo fiscal".

Algo más de la mitad de los componentes del Dow Jones se colocaban a esta hora en terreno negativo liderados por las operadoras de telefonía Verizon (-1,3 %) y AT&T (-1,17 %), la empresa de seguros médicos UnitedHealth (-0,92 %) y la aeronáutica Boeing (-0,81 %).

El lado contrario de la tabla lo encabezaban la tecnológica Intel (0,92 %), la cadena de tiendas para reformas del hogar Home Depot (0,59 %) y la farmacéutica Merck (0,47 %).

Fuera de ese índice, descendían las tecnológicas Facebook (-1,09 %), Amazon (-0,96 %) y Google (-0,61 %), mientras que Apple subía 0,58 %, entre otros.

En otros mercados, el petróleo de Texas bajaba hasta 93,14 dólares por barril, el oro subía hasta 1.654,7 dólares la onza, el dólar ganaba terreno ante el euro, que se cambiaba a 1,3085 dólares, y la rentabilidad de la deuda estadounidense a diez años bajaba al 1,87 %.