Weidmann afirma que una nueva quita griega sólo tiene sentido tras reformas

  • El presidente del Bundesbank (banco central alemán), Jens Weidmann, aseguró hoy que está abierta la cuestión sobre una nueva quita de la deuda griega pero que una medida así sólo tiene sentido después de las reformas que debe aplicar Atenas.

Berlín, 16 nov.- El presidente del Bundesbank (banco central alemán), Jens Weidmann, aseguró hoy que está abierta la cuestión sobre una nueva quita de la deuda griega pero que una medida así sólo tiene sentido después de las reformas que debe aplicar Atenas.

Weidmann realizó estas declaraciones durante su intervención ante el foro de liderazgo organizado por el periódico alemán "Süddeutsche Zeitung", que se celebra entre ayer y hoy en Berlín.

"Una quita por sí sola no arregla los problemas", aseguró Weidmann, que dejó en el aire la pregunta de si, tras la implementación de los ajustes y reformas en Grecia, "tendría sentido" una nueva reestructuración de la deuda.

Además, el presidente del Bundesbank consideró que Grecia precisará "más tiempo que otros países" para implementar el paquete de ajustes y reformas a que se ha comprometido a cambio de los rescates, mediando en el debate actual sobre si el Eurogrupo debería conceder dos años más a Atenas.

Weidmann aseguró asimismo que encontrar una solución a la crisis de la deuda es responsabilidad de la clase política y que los líderes europeos no deben delegar sus funciones en el Banco Central Europeo (BCE), en referencia velada al plan de compra de bonos que el Bundesbank rechaza.

Alegó a este respecto que el BCE no tiene "legitimidad democrática", porque sus representantes no han sido elegidos en las urnas por los ciudadanos de la eurozona, para llevar a cabo operaciones como el plan de su presidente, Mario Draghi, para comprar deuda soberana en el mercado secundario.

Consideró "cuestionable", como banquero central y como ciudadano, que "cada vez más decisiones" se trasladen a instituciones "que no han sido legitimadas democráticamente".

En este sentido, reiteró su convicción de que el plan Draghi está fuera del mandato estricto del BCE y de que la compra de bonos, que reducirá la presión del mercado sobre los países en crisis, desincentivará la implementación de reformas.

Recordó que el BCE debe ceñirse a mantener la estabilidad de precios -su único mandato- y agregó que la autoridad monetaria no debería aceptar tasas de inflación a largo plazo por encima del 2% estipulado.

Weidmann publicó hoy asimismo una columna en el periódico económico "Handelsblatt" en la que criticó la asunción, por parte del BCE, de la supervisión bancaria común de la eurozona, porque puede "distraer" a la institución de su mandato.

Además, consideró que las "deudas anteriores" de los bancos deben ser satisfechas por los propios Estados, negando la posibilidad de una recapitalización directa por parte del fondo de rescate, como desean España e Irlanda.

Para Weidmann, como para la canciller alemana Angela Merkel, lo esencial en el proyecto de unión bancaria es que se realice correctamente, no rápido.

"No tiene sentido construir rápidamente un nuevo pilar de soporte, pero levantarlo en la arena", aseguró en su columna.

Este nuevo instrumento debe contar con un mecanismo de cierre y reestructuración de bancos insolventes.

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