El presidente y consejero delegado de Aena, Maurici Lucena, ha aprovechado la Junta General Ordinaria de Accionistas correspondiente al ejercicio 2023, que ha celebrado la compañía en el Aeropuerto Suárez Madrid-Barajas para pedir responsabilidad a las aerolíneas a la hora de afrontar el encarecimiento de las tarifas aeroportuarias, que el gestor cobra a las compañías por usar sus terminales, pistas, pasarelas, estacionamiento de aviones, servicios de seguridad o 'handling', en un escenario de nueva ola inversora que acometerá la entidad semipública para sostener el 'boom' del tráfico aéreo que experimenta el sector.
La reciente actualización del plan estratégico de Aena para el periodo comprendido entre 2022 y 2026 proyectó una fuerte ola inversora del gestor aeroportuario para hacer frente al fuerte repunte del tráfico de pasajeros que ha experimentado el sector al son de la recuperación del mercado. Será en el tercer Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA III) cuando la compañía participada en el 51% por capital público propondrá inversiones de 2027 a 2031 que, al menos, doblarán las realizadas en los anteriores periodos regulatorios. Un hito, que desde las aerolíneas temen que se traduzca en un incremento disparado de las tasas.
Ante esta coyuntura, Lucena se ha detenido en su discurso para subrayar que Aena buscará un punto de equilibrio para mantener las tarifas mas competitivas y bajas de Europa y al mismo tiempo afrontar la exigente ola de inversiones que necesitan los aeropuertos españoles". El dirigente del gestor ha querido hacer especial hincapié en la importancia de diseñar las tarifas de la manera adecuada porque "si se impulsan sensiblemente a la baja, provocarán un mal funcionamiento de los aeropuertos y la insostenibilidad económica del sistema aeroportuario a largo plazo".
Lucena ha llamado a la responsabilidad y se ha mostrado contundente a la hora de expresar que "no parece razonable solicitar a Aena que aumente las inversiones, al mismo tiempo que se le exige que rebajen las tarifas", las cuáles "financian la expansión de los aeropuertos", y de no diseñarlas de la forma correcta supondría una "incongruencia económica que a largo plazo dañaría la calidad de los aeropuertos y castigaría al turismo".
El presidente y CEO de la compañía, participada por el Estado en un 51%, ha puesto en valor el "esplendoroso año" que ha experimentado el transporte aéreo en el último ejercicio, donde "Aena batió el nivel de actividad previo a la pandemia, en 2019", gracias a la "recuperación del tráfico aéreo de España y la buena preparación de los aeropuertos y la buena forma que demostraron todos los actores que conforman la escena de la aviación", ha destacado.
Repartirá el mayor dividendo de su historia
El gestor aeroportuario distribuirá el mayor beneficio de toda su historia el próximo mes de mayo, después de que sus accionistas hayan aprobado el reparto de casi 1.150 millones de euros. Un volumen de retribución que supone unos 7,66 euros brutos por acción con cargo a los resultados del ejercicio 2023. Este dividendo -abonado en un pago único- dispara por encima del 61% la remuneración sobre los beneficios de 2022, cuando se situaba en 4,75 euros brutos por título.
El dividendo del año pasado llegó después de que el gestor recuperara el pago del dividendo tras tres años en los que no procedió a su reparto como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Al respecto, el presidente de Aena Maurici Lucena reconoció en el reciente balance de sus resultados anuales encontrarse "muy cómodo con un 'pay out' del 80% a la vista de que nuestro ratio de deuda frente al Ebitda es bajo, de dos veces". Semanas más tarde, Lucena aprovechó la actualización de su plan estratégico 2022-2026 para esgrimir que su entidad será "la más atractiva del sector aeroportuario por política de dividendos".
