El consorcio hispano-mexicano de constructoras que se había formado para levantar el Nuevo Aeropuerto de México, en la capital de este país, recibirá unos 10.000 millones de pesos -500 millones de euros al cambio- como compensación por la suspensión del proyecto. Estas cantidades, a repartir entre Acciona, FCC, Sacyr y Carso -en manos de Slim-, se entregarán de forma proporcional al porcentaje de participación de cada firma una vez se resten los costes, "aún por cuantificar", ha señalado José Manuel Entrecanales, CEO de Acciona.
La asociación de empresas ganó el concurso para la construcción de esta infraestructura con un presupuesto de más de 3.000 millones de euros. En cambio, este proyecto de 13.300 millones de dólares se suspendió tras tras una consulta popular con una participación muy baja como consecuencia del cambio de gobierno.
El principal contrato de esta infraestructura, que debía sustituir el actual y muy saturado aeropuerto de la Ciudad de México, era el edificio terminal, que se licitó en enero del 2017 por 84.828 millones de pesos, unos 3.710 millones de euros.
Ahora, antes de repartir esta cantidad se debe para pagar a proveedores y subcontratas los trabajos que se habían empezado a realizar, cantidades que aún no han cuantificado. En octubre, cuando se paralizó y se decidió eliminar el proyecto, según informaba el Gobierno mexicano, se habían adjudicado contratos por un total de 153.769 millones de pesos (unos 6.720 millones de euros).
Por coeficiente de participación el que más porcentaje tiene es el Grupo Carso, propiedad del magnate mexicano Carlos Slim. Gracias a esta participación, también entró su constructora FCC, que cuenta con un 14%. y, por otro lado está Acciona, que ostenta alrededor de un 25 por ciento.
Gracias a las partidas ya licitadas, se ejecutaron hasta 461 procedimiento de contratación para 366 proveedores diferentes -entre compañías y subcontrataciones- en este proyecto estrella del mandatario saliente, Enrique Peña Nieto, con un avance de alrededor del 30% en la construcción de la obra.
Las que se quedaron a las puertas del fallido aeropuerto
El premio gordo de la construcción del edificio terminal del Aeropuerto Internacional de México fue más que perseguido por muchas firmas de todo el mundo. Desde que se anunciaron las bases del concurso en 2016, despertó el interés de nueve españolas: Dragados, Ferrovial, Sacyr, Indra, OHL, FCC y Acciona, Aldesa y Construcciones Rubau.
Pero de acuerdo con la documentación, solo cuatro llegaron hasta el final. FCC y Acciona se aliaron con el consorcio liderado por CICSA (Grupo Carso), Aldesa se alió con el de la brasileña Mota-Engil y Rubau con el grupo liderado por la mexicana Omega. Por sólo cinco puntos de diferencia, el consorcio de Carlos Slim ganó a Mota-Engil y Aldesa.
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