Alcoa elevó un 14% sus ingresos totales justo antes de decidir el cierre en España

  • La empresa aprovechó los buenos resultados durante el tercer trimestre para destinar 174 millones a pagar medidas sociales en Estados Unidos.  
Cierre de Alcoa
Cierre de Alcoa
Efe

Mientras España se iba a la cama, aunque poco habrán podido dormir en La Coruña y Avilés, la multinacional del aluminio Alcoa presentaba sus resultados del tercer trimestre con unas cifras que mejoran lo que esperaban los expertos. Fue, como siempre ocurre en Estados Unidos, al cierre de sus mercados en la noche del miércoles. Y fue también una ligera sorpresa para los analistas, que esperaban unas cuentas algo peores. Lo que ocurrió es que la empresa con sede en Pittsburgh ha incrementado en un 14% sus ingresos en todo el mundo entre los meses de julio y septiembre, hasta los 3.390 millones de dólares, un 14% más que lo obtenido en el mismo periodo del año 2017. 

El mismo día que la empresa anunciaba el cierre de sus dos plantas en Asturias y Galicia (con 317 y 369 empleados respectivamente y al tiempo que mantiene otra en la comunidad gallega, en San Ciprián) porque las considera las menos productivas, la compañía también desveló unas pérdidas de 41 millones de dólares durante el trimestre, si bien este recorte se debe a una razón muy concreta y específica. Y es que Alcoa ha aprovechado este tercer trimestre para destinar un total de 174 millones de dólares al pago de una serie de obligaciones sociales (planes pensiones y otras medidas complementarias no monetetarias) para su plantilla en Estados Unidos. Sin este pago concreto, la empresa dice que habría obtenido unos beneficios de 119 millones de dólares durante el verano. 

Eso sí, el tercer trimestre ha sido algo peor que el segundo, y los 3.390 millones de ingresos totales suponen un descenso respecto a los 3.579 millones del segundo trimestre, si bien la compañía aduce que se debe al impacto de las guerras arancelarias y al aumento de la materia prima. Pese a todo, y además de esos 174 millones a medidas sociales, la empresa también ha informado de que recomprará acciones por otros 200 millones de euros. "Hemos fortalecido el balance", ha declarado el CEO de Aloca, Roy Harvey, en la presentación de los resultados a la vez que proclamaba que ahora son "una compañía mucho más fuerte", en un entorno mundial en el que la carestía de aluminio se va a hacer más evidente durante el próximo ejercicio.

Precisamente, las tensiones comerciales y el incremento del coste de las materias primas han sido dos de los argumentos que la empresa ha utilizado para justificar el cierre en España. Según una nota de prensa de la propia Alcoa, "Las plantas de Avilés y La Coruña se encuentran afectadas por problemas estructurales productivos y tecnológicos como su menor capacidad de producción, una tecnología menos eficiente y elevados costes fijos". Y continúa: "Estos problemas estructurales, unidos a factores externos de mercado, como la sobrecapacidad de producción de China, el elevado precio de las materias primas y el coste de la energía, han generado pérdidas significativas en estas plantas en los últimos dos años. Pérdidas que previsiblemente continuarán".

En esa misma nota, la empresa destaca los "importantes esfuerzos" que ha hecho para mantener las plantas, pero insiste en que "debido a su tecnología más antigua y menos eficiente, economía de escala y otros factores, estas plantas continúan sin ser competitivas". Con todo, y a la espera de lo que pueda ocurrir desde las administraciones, Alcoa tiende la mano a la negociación de las condiciones del cierre y dice comprometerse "a trabajar para reducir el impacto de este proceso en los empleados" en la negociación de un Plan Social con los representantes de los trabajadores. "Consciente de la repercusión humana y social de este anuncio, trabajará para alcanzar el mejor acuerdo para ambas partes", añade.

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