Aristóbulo de Juan carga contra Ron, el auditor y el estudio de Deloitte para la Jur

  • El exdirector general del Banco de España dice que con el Popular y Pastor se fusionaron "dos bancos enfermos" y denuncia falta de control en el banco
Oficina del Banco Popular en Barcelona. EFE
Oficina del Banco Popular en Barcelona. EFE

El declive del Popular empezó cuando dejó atrás su tradicional política conservadora y se embarcó en una “carrera vertiginosa” por el crecimiento, igual de las cajas de ahorros, según el diagnóstico formulado hoy Aristóbulo de Juan, quien fuera director general del Banco de España. Este antiguo inspector, que también llegó a presidir el Popular en sus años de mayor esplendor, arremetió hoy contra Ángel Ron, los auditores y hasta los supervisores por el rol jugado en su profundo deterioro que acabó socavando su trayectoria independiente.

No se entiende que en estos años, desde el 2005, qué han hecho los gestores que no han corregido la situación, qué han hecho los auditores, que no han puesto de relieve los problemas, y qué han hecho los supervisores -nacionales y europeos, desde que en 2014 pasa bajo control del BCE”, denunció hoy durante su comparecencia en la Comisión parlamentaria que investiga la crisis de las cajas.

En este relato puso en cuestión igualmente una intervención de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hubiese ayudado a, como mínimo, contener el problema. El organismo se negó a restringir una operativa especulativa sobre el valor que aceleró el desplome en bolsa del banco, agudizando el mortal ahogo de liquidez con las salidas incontenibles de depósitos. "Si se hubiese prohibido los cortos a lo mejor se habría parado", reflexionó.  

“Fue un banco excelente, ejemplo de muchos. Durante muchos años se consideró como el mejor de Europa y segundo o primero según qué baremos en el mundo. Hubo un cambio en su cabeza en los años 2000 y se produjo un cambio muy claro”, refirió, en alusión clara al nombramiento de Ángel Ron para sustituir en la presidencia a Luis Valls Taberner.

La entidad entra a partir de ese momento en una “carrera vertiginosa” similar a la que viven las cajas de ahorros, que por tamaño y asunción de riesgo califica de “desproporcionada”, donde además “hacía pocas provisiones sobre activos que no calificaba adecuadamente”. “Alguien dice que no habían provisiones porque los beneficios no llegaban (...) Eso sí, no cambió a la compañía auditora, que ha estado 35 años trabajando con ellos”, ha dejado caer, en alusión a PwC.

El antiguo inspector considera un error que en esta trayectoria, por invitación o no del Banco de España, comprase en 2011 el Pastor “porque era otro problema”, se produce “la suma de dos bancos enfermos con dificultades en la gestión” y que multiplican el volumen de activos tóxicos en balance.

El exalto directivo del Banco de España ha puesto en cuestión igualmente la manera de proceder en su "opaca" resolución por el desconocimiento total sobre el informe de valoración utilizado de base la Junta Única de Resolución (JUR): “Se ha hecho una operación sin saber sobre qué datos se han hecho porque se ha hecho con estudios en muy pocos días de un experto independiente, por expertos de Deloitte. Pero ¿dónde estaban los diagnósticos del Banco de España y del MUS -Mecanismo Único de Supervisión-?”

Entre las incógnitas o irregularidades del proceso subraya igualmente que las cuentas arrojasen parámetros de capital del 11% en los estados contables del primer trimestre, dentro del umbral exigible, enviados el 4 de mayo a la CNMV y cuando se “dice que va bien y nadie dice nada”, cuando 32 días después resulta vendido al Santander por un euro testimonial. "Los problemas no se plantean de repente", indicó insitiendo en el error de que "en diez o doce años" no se hubiera corregido o parado una situación donde, la alta carga de activos improductivos sin provisionar de forma adecuada, derivó en su descapitalización. 

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