El acuerdo de 1.400 millones de dólares de Amazon con el fabricante de Roomba, iRobot, corre el riesgo de descarrilar, a menos que las empresas solucionen una lista de problemas de competencia señalados por el brazo antimonopolio de la Unión Europea. La Comisión Europea ha informado este lunes a Amazon de que su adquisición de la compañía detrás de los robots aspiradores podría dar al gigante del comercio electrónico ventaja a la hora de "restringir" la competencia en el mercado de aspiradores autónomos a la vez que "refuerza su posición como proveedor" en el mismo.
Según las averiguaciones del organismo, la compra "podría" permitir que Amazon limite la competencia al impedir o dificultar la comercialización de aspiradores rivales en su web al reducir la visibilidad, o mediante la restricción de la compatibilidad de estos con otros dispositivos domésticos, como Alexa.
En concreto, el peso de Amazon es "particulamente relevante" en la venta online de Francia, Alemania, Italia y España. De esta forma, "Amazon puede tener el incentivo de excluir a los rivales de iRobot porque puede ser económicamente rentable hacerlo", lo que conduciría a "unos mayores precios y menor calidad e innovación para los consumidores".
Las acciones de iRobot cayeron hasta un 25% tras conocerse la noticia, la mayor caída intradía en casi tres años, según destaca Bloomberg. Las acciones habían subido la semana pasada después de que un informe de Reuters sugiriera que el acuerdo se autorizaría sin condiciones.
Decepción en iRobot
"Dada la intensa competencia a la que se enfrenta iRobot, nos decepciona que la Comisión haya emitido un pliego de cargos alegando que la fusión propuesta restringiría la competencia", declaró en un comunicado Colin Angle, presidente y consejero delegado de iRobot.
Angle aseguró que la empresa sigue cooperando con Bruselas y otros reguladores. Según ha recogido Bloomberg, un portavoz de Amazon ha afirmado que la empresa está centrada en abordar las preocupaciones de la Comisión Europea.
Cuando Amazon anunció su intención de comprar iRobot el año pasado, la adquisición se vio como una forma de que el gigante del comercio electrónico ampliara su presencia en el floreciente mercado de los aparatos inteligentes para el hogar. Además de incorporar su asistente de voz Alexa a múltiples dispositivos, la empresa ha lanzado un robot personal llamado Astro, que hasta ahora no ha tenido éxito entre los consumidores.
Si no se subsanan las objeciones del Ejecutivo comunitario, la operación de Amazon sobre iRobot podría correr la misma suerte que la de Booking sobre la sueca Etraveli Group, por valor de 1.600 millones de euros, que fue bloqueada por la UE en septiembre. Más recientemente, la UE expresó su preocupación por la compra de Figma por Adobe por 20.000 millones de dólares. La Comisión tiene de plazo hasta el 14 de febrero para decidir si aprueba la operación de iRobot con concesiones o la bloquea.
