La subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) ha llenado la bolsa de los beneficios de los bancos españoles, permitiendo elevar también la retribución a los accionistas. Algunas entidades como Banco Santander, BBVA o Bankinter ya han ido desvelando los primeros pagos a cuenta del ejercicio 2023. Banco Sabadell, con un único abono hecho efectivo en diciembre, lo ha incrementado en un 50%. Y, ahora, le tocaría el turno a Caixabank.
Según las estimaciones de Bloomberg, Caixabank anunciará en los próximos resultados correspondientes al ejercicio 2023 un dividendo de 0,32 euros por acción, lo que supone una mejora del 40% respecto a hace un año, cuando la entidad que preside Ignacio Goirigolzarri abonó a sus accionistas 0,23 euros brutos por título. De confirmarse, supondría una rentabilidad por dividendo del 8,58%, frente al 6,18% anterior. El anuncio se realizará previsiblemente durante la presentación de resultados, prevista para el 2 de febrero, y se abonaría a mediados de abril.
De confirmarse este pago, la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri distribuirá cerca de 2.400 millones de euros a cargo del ejercicio finiquitado, donde se espera que el banco obtenga un beneficio de algo más de 4.800 millones de euros. Por lo tanto, supondrá mantener un 'pay out', el porcentaje que el banco destina a retribuir a sus accionistas, de entre el 50% y el 60%, un porcentaje que ya se aplicó en 2022. Hace doce meses, el banco regó a sus accionistas con 1.755 millones de euros, un 55% de sus ganancias. De esta cantidad, más de la mitad irá a parar a sus dos accionistas de referencia: el Estado a través del FROB y La Fundación.
El primero atesora un 17% del capital de la entidad, con lo cual, cobraría a través de este pago 408 millones de euros, mientras que La Fundación, con el 30% del capital en su poder, se embolsaría 690 millones de euros. En total, ambos accionistas recibirían casi 1.100 millones de euros en este único pago previsto. Desde la entidad han insistido en varias ocasiones que el pago del dividendo a la Fundación se revierte a la sociedad a través de las políticas que desarrolla, con especial atención a los vulnerables.
Beneficios al alza y amortización de acciones
En el incremento del 40% del dividendo de 2023 con respecto a 2022 ha sido clave dos factores. El primero, el giro en la política monetaria del BCE, que con la adopción de una política más restrictiva ha beneficiado a las entidades, especialmente a las que tienen una fuerte exposición al negocio doméstico, como es el caso de Caixabank. Así, en 2023 el banco reportará un beneficio de 4.864 millones de euros, lo que supone una mejora del 55%.
Ya hace un año, cuando el banco comenzó a notar el impulso de la subida de los tipos de interés mejoró un 29,7% su resultado, lo que ya permitió elevar el dividendo en un 58% respecto al ejercicio anterior. No obstante, hay que recordar que esta mejora de de la retribución al accionista también influía la recuperación de estos pagos después de que el BCE hubiera levantando la prohibición durante la pandemia para que los bancos destinaran todo el exceso de capital a apoyar a la economía.
Pero también por el programa de recompra de acciones que anunció la entidad en el primer semestre de 2023 por un importe total de 500 millones de euros. Una iniciativa que ya ha dado por finalizada después de que la entidad bancaria haya adquirido un total de 129 millones de acciones propias, que representan el 1,72% del capital social. El propósito del lanzamiento de este programa era reducir el capital social de CaixaBank mediante la amortización de los títulos.
Con este abono, el banco sigue la senda para distribuir alrededor de 9.000 millones de euros a los accionistas, entre dividendos y recompra de acciones recogido en su plan estratégico para el periodo 2022-2024. Sin embargo, los analistas no descartan que el banco apruebe otros dos programas de adquisición de títulos propios por 500 millones cada uno en 2024 y 2025 y que permitiría elevar el objetivo marcado por la entidad.
