Reunión de política monetaria

El BCE decide mantener tipos en el 4,5% y alerta de "presiones intensas" para el IPC

El Banco Central Europeo ha celebrado su última reunión de política monetaria de 2023 con la decisión de extender la pausa en el ciclo de tipos pero muestra un discurso duro por las presiones salariales en la inflación.

Christine Lagarde compareció convaleciente de un reciente proceso de Covid.
Christine Lagarde compareció convaleciente de un reciente proceso de Covid.
L. I.

Discurso duro en Fráncfort. El Banco Central Europeo (BCE) ha optado por ser prudente y no tocará los tipos de interés por segunda reunión consecutiva. De este modo, el organismo que preside Christine Lagarde reconfirma la pausa en los tipos de interés que adoptó el pasado 26 de octubre y que puso fin a diez subidas consecutivas de tasas, el ciclo más agresivo desde que se creó la institución.

De este modo, la tasa oficial de las operaciones principales de financiación sigue en el 4,5%, mientras que la facilidad marginal de crédito (ventana de emergencia de liquidez) continúa al 4,75%. La tasa de depósito -a la que se remunera el dinero que los bancos dejan en el BCE- se mantiene al 4%, según el comunicado.

"Presiones inflacionistas intensas"

"La inflación subyacente ha seguido moderándose, pero las presiones inflacionistas internas continúan siendo intensas, debido principalmente al fuerte crecimiento de los costes laborales unitarios. En su nuevo cuadro macro trimestral, los economistas del BCE prevén que la inflación 'core' o subyacente, excluidos la energía y los alimentos, se sitúe en promedio en el 5,0% en 2023, el 2,7% en 2024, el 2,3% en 2025 y el 2,1% en 2026, según la declaración oficial del banco central.

El BCE mantiene un discurso duro en comparación con lo expresado este miércoles por la Reserva Federal (Fed) de EEUU, aunque en su descargo recuerda que la mayor parte del trabajo con las subidas de tipos todavía está en curso. "Las anteriores subidas de los tipos de interés siguen transmitiéndose con fuerza a la economía. El endurecimiento de las condiciones de financiación está frenando la demanda, lo que está ayudando a reducir la inflación", argumenta el banco central. 

Los funcionarios del BCE prevén que el crecimiento económico continúe siendo débil a corto plazo. y esperan un promedio del PIB del 0,6% en 2023, hasta el 0,8% en 2024, y el 1,5% en 2025 y 2026. "Más adelante, se espera que la economía se recupere gracias al incremento de las rentas reales —ya que los ciudadanos se beneficiarán de la caída de la inflación y del aumento de los salarios— y a la mejora de la demanda exterior", señalan desde la institución.

Reducción del PEPP en 90.000 millones en 2024

"El Consejo de Gobierno considera que los tipos de interés oficiales del BCE están en niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán de forma sustancial a este objetivo. Las decisiones futuras del Consejo de Gobierno asegurarán que los tipos de interés oficiales se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario", continúa el comunicado.

El BCE recuerda que continuará aplicando un enfoque dependiente de los datos para "determinar el nivel de restricción y su duración apropiados". Como viene recordando reunión tras reunión, sus decisiones sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria.

Por otro lado, el BCE asegura que seguirá "reinvirtiendo íntegramente durante el primer semestre de 2024" el principal de los valores adquiridos en el marco del PEPP (el programa de compras pandémico) que vayan venciendo. En el segundo semestre del año, espera reducir la cartera del PEPP en 7.500 millones de euros mensuales en promedio, es decir, unos 90.000 millones. 

"El Consejo de Gobierno prevé poner fin a las reinversiones en el marco del PEPP a final de 2024", añade. Por otro lado, el banco central recuerda que el tamaño de la cartera del APP está reduciéndose a un "ritmo mesurado y predecible" y que se ha dejado de reinvertir estos valores que fueron adquiridos desde 2015 y durante la pandemia para ayudar a los estados a mantener bajo control sus costes de financiación y las primas de riesgo.

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