El capital del Golfo se vuelca en el sector hotelero con 800 millones de inversión

El hotelero inicia el verano con buenas perspectivas, y no sólo por el auge de visitantes en el primer verano sin Covid-19. La inversión hotelera coge carrerilla y desde una región se están firmando una gran parte de las mayores inversiones del ejercicio: los países del Golfo Pérsico. De Abu Dabi y Arabia Saudí proviene el capital que está impulsa algunas de las mayores operaciones del sector en lo que va de año.

La última se ha producido esta misma semana el grupo inversor saudí Tha Olayan Group: la compra del Mandarin Oriental de Barcelona. En pleno Paseo de Gracia, el hotel era propiedad de Reig Capital, empresa con sede en Andorra, que trajo el Mandarin a España en 2009 con una inversión alrededor de 150 millones de euros. El importe de la transacción no se ha hecho público, pero diversos medios apuntan que ronda los 220 millones de euros.

Para los Olayan, propietarios de fondo, la apuesta por el Mandarin no es novedosa y tampoco son extraños en el mercado español del lujo. En 2015, el fondo se alió con la firma hotelera para hacerse con el Hotel Ritz de Madrid, hasta entonces propiedad de Alicia Koplowitz y Belmond. El primer gran hotel de lujo de la capital todavía se encuentra en la cartera de los inversores saudíes, junto a otros edificios emblemáticos como el edificio de oficinas 550 Madison de Nueva York, que el año pasado finalizó una reforma que se ha alargado cinco años y con la que han reposicionado el activo añadiéndole espacios verdes. También cuentan en su cartera con edificios multifamily, espacios de retail y otros hoteles como el Temes en Grecia, una lista a la que ahora se suma el Mandarin de Barcelona.

Los saudíes también se han animado invertir en socimis españolas. Una de ellas es la socimi RSR Singular Assets Europe, vehículo propiedad del family office de Arabia Saudí Rashid Saad Al Rashid&Sons, que compró un edificio de oficinas en el centro de Madrid para reposicionarlo como hotel. La socimi gestionada por Caler Advisory, consultora de los hermanos Carmen y Álvaro Escrivá de Romaní, invirtió 24,5 millones de euros en un inmueble de 6,745 metros cuadrados cerca de la Plaza Mayor. El objetivo de la socimi pasa por convertirlo en un hotel de cuatro estrellas, aunque no se ha hecho público el operador que lo gestionará.

La familia saudí eligió España para impulsar un vehículo de inversión inmobiliaria que centra su negocio en la compra de hoteles y edificios de apartamentos turísticos localizados en las zonas prime de las principales ciudades de España y Portugal. Con su última adquisición en Madrid, la cartera de la compañía supera los 215 millones de euros y se reparte entre siete activos, cinco de ellos hoteleros, ubicados en Barcelona, donde se encuentran dos, Madrid, Oporto y Valencia, cuatro de ellos operados por Vincci. Además, la socimi cuenta con un edificio de apartamentos turísticos en Barcelona y otro en el centro de Madrid.

Aunque la gran operación de un fondo árabe en España en la primera mitad del año ha sido la del fondo soberano de Abu Dabi. Abu Dhabi Investment Authority (Adia) cerró la compra finales de junio de diecisiete hoteles propiedad del fondo Equity Inmuebles. La operación se cerró en algo más de 600 millones de euros y entro los activos de la cartera se encuentra el hotel ME Madrid Reina Victoria, situado en pleno centro de la capital. También hay otros cinco hoteles de la marca Meliá en Madrid, Marbella (Málaga), A Coruña, Chiclana de la Frontera (Cádiz) y Baqueira Beret (Lleida). Finalmente, hay ocho hoteles de la marca Tryp (dos de ellos en la Gran Vía de Madrid y tres establecimientos de la marca Sol). Esta fue la segunda operación que realizaban conjuntamente el fondo soberano con Meliá. El primer movimiento conjunto fue la adquisición de siete hoteles, hasta entonces propiedad de una sociedad participada por el fondo Avenue Capital y la cadena hotelera balear, que ha realizado diferentes movimientos en el último año para dar salida a sus activos.

La operación del fondo de Abu Dabi es la más relevante en el segmento hotelero de los últimos ejercicios. Para encontrar compraventas que se acercan al volumen de la firmada por el fondo soberano hay que retroceder hasta 2018, cuando la inversión hotelera en el país tocó máximos y alcanzó un histórico 4.810 millones de euros. Durante el ejercicio, la socimi Átom se hizo con una cartera de catorce hoteles con una inversión de 423 millones de euros. En un pasado más reciente, la operación también supera la compra del grupo catalán Selenta por 440 millones de euros por parte del fondo canadiense Brookfield.

Las inversiones del golfo están aupando el mercado de inversión hotelera. Junto con la vivienda, el reposicionamiento de los inmuebles hoteleros está sosteniendo el grueso de la actividad inversora inmobiliaria de España, según datos de la consultora inmobiliaria Savills. La inversión hotelera en los seis primeros meses el año ha escalado hasta 1.300 millones de euros, lo que supone un 29% del total de capital invertido en el inmobiliario español en la primera mitad del año.

En el negocio hotelero en España, el lujo cada vez cobra más peso. En diez años, se prevé que las plazas más prime de los hoteles en territorio español hayan aumentado un 67%, según cálculos realizados por la consultora JLL. En concreto, Madrid sumará 2.700 plazas y Barcelona 4.200 plazas, a pesar de la moratoria hotelera aprobada en la ciudad. Uno de los pilares que sostienen el crecimiento de este segmento en España, además del encarecimiento de las tarifas, es la inclinación de los inversores institucionales hace este sector, por el buen rendimiento que reportan, según apunta JLL.