Cepsa registró un beneficio neto de 661 millones de euros el año pasado, un ejercicio en el que la petrolera acometió una transformación integral de su estructura corporativa e incorporó a un nuevo consejero delegado, Maarten Wetselaar. El grupo propiedad de los fondos Carlyle y Mubadala lanzará la presentación de su plan estratégico el próximo 30 de marzo, en plena tormenta del sector desatada por la guerra en Ucrania.
La compañía ha logrado remontar el vuelo al calor de la recuperación de la demanda y la histórica escalada del crudo, dejando atrás los números rojos de más de 900 millones con los que cerró 2020. La presentación del plan estratégico de Cepsa es uno de los acontecimientos que el mercado espera con mayor interés.
Tras meses de reformas internas, el grupo dará cuenta a los inversores de sus objetivos, que pasan por una importante estrategia de salida en algunos de los negocios que, hasta el momento, han sido la piedra angular de la compañía. Es el caso de su división Química, a la que el grupo ha colgado el cartel de 'se vende' y que ha despertado el apetito del mercado.
El resultado bruto de explotación (ebitda) de la compañía, descontando impactos no recurrentes como la volatilidad de precios, creció hasta los 1.815 millones de euros en 2021, frente a los 1.187 millones del año anterior. Los buenos resultados de la empresa se asientan en la reactivación económica tras la crisis sanitaria, que obligó al grupo a posponer el lanzamiento de su nueva hoja de ruta, así como al descontrol de precios de la energía que, desde el año pasado, ha instalado a los carburantes, la luz y el gas en niveles récord.
"Los buenos resultados de 2021 suponen una base sólida para nuestros planes de impulsar la transición energética", ha comentado Wetselaar. El nuevo primer espada asumirá la transformación del grupo para alinear el negocio de la petrolera a los nuevos criterios verdes.
Fuentes internas de la compañía trasladan a La Información que el nuevo CEO, que aterrizó en el cargo el pasado enero en sustitución del francés Philippe Boisseau, tiene como prioridad el giro verde del grupo y ya ha puesto en marcha diversos procesos de transformación que serán trasladados a los inversores a finales de este mes.
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