La catalana Comsa encarrila el plan de desinversiones que rubricó durante el proceso de refinanciación de los cerca de 800 millones de deuda que arrastra el grupo. La constructora se comprometió a vender la planta termosolar de Les Borges Blanques (Lleida) y ha confiado a Banco Sabadell la búsqueda de un inversor que se haga con la primera central híbrida de tecnología termosolar y biomasa de todo el mundo, según explican distintas fuentes financieras en conversaciones con La Información.
Las últimas cuentas anuales de la central de Les Borges datan de 2019 y no detallan el resultado bruto de explotación (ebitda) de la entidad, pero desde el mercado apuntan que podría rondar los 7,5 millones de euros. La voluntad inicial de Comsa es cerrar la operación a un múltiplo de once veces ebitda, lo que implica valorar el 100% de la termosolar en el entorno de los 80 millones de euros. Fuentes conocedoras del proceso aseguran que Sabadell mantiene negociaciones "avanzadas" con un posible comprador.
Si se toma como referencia el precio al que se han cerrado las últimas operaciones del sector, la horquilla se amplía. La mejor referencia para el caso de Les Borges es la venta de la planta termosolar de Puertollano que Ence compró a Iberdrola en 2018 a 3,9 millones de euros el megavatio (M€/MW) para, a finales de 2020, vendérsela a Q-Energy por alrededor de 3,6 M€/MW. Si se multiplican estos valores por los 22,5 MW de la termosolar de Comsa, el rango de la operación podría oscilar entre los 80 y los 90 millones incluyendo deuda.
La constructora que pilota Jorge Miarnau posee un 47,5% de la planta de Les Borges, que gestiona y opera como socio industrial, a través de su filial Comsa Renovables. La entidad que preside Josep Oliu es dueña de otro 47,5% de su capital social. En el accionariado de Les Borges también participa el holding público de la Generalitat catalana Avançsa (Empresa de Promoció i Localització Industrial de Catalunya) que cuenta con el 5% restante.
La historia de Les Borges ha estado marcada por los altibajos desde que comenzó a funcionar a pleno rendimiento en 2013. Menos de dos años después, Abantia, socio original de Comsa en el proyecto, puso a la venta su participación en el que fuera su proyecto estrella en el área de las energías renovables. En 2018, Banco Sabadell se hizo con el 47,5% de Abantia en el capital de la planta por 11,8 millones y una quita de parte de la deuda que la empresa vendedora había contraído con la entidad. El año en que Sabadell desembarcó en el accionariado de la central, la planta sufrió dos incendios en cuestión de meses.
Comsa ha invertido 157 millones en la termosolar, que ha suscitado el interés del mercado por su alto componente renovable y su capacidad para producir energía de forma programable
El resultado de ambos incidentes fue la destrucción de una de las calderas de biomasa y una sensación de desconfianza sobre la segunda y la única que se mantuvo operativa. La situación llevó a la dirección a comprar dos nuevas calderas de aceite térmico que permitieron combinar energía termosolar y biomasa, lo que convirtió a Les Borges en la primera central híbrida de estas tecnologías del mundo y la única central de estas características en España. Comsa cifra la inversión realizada en esta planta de producción 100% verde en 157 millones de euros.
Actualmente, la producción anual de la central oscila entre los 75.000 y los 98.000 MW/h que sirven para abastecer a 33.000 hogares. Les Borges ha suscitado un elevado interés en el mercado, en parte, debido a que la hibridación de la tecnología termosolar con biomasa convierte a la central en un activo renovable gestionable. Esto significa que su actividad excede a las horas de sol, ya que es capaz de producir energía de forma programada y estable, lo que otorga a la planta un papel crucial en picos de alta demanda o en momentos en que las condiciones medioambientales anulen la producción de otras energías limpias no gestionables.
De vuelta al proceso de reestructuración de Comsa, en el que el grupo ha estado asesorado por Cuatrecasas y PwC, la compañía ha logrado recortar su pasivo en un 75% hasta los 184 millones de euros. Las negociaciones con los acreedores -Santander, CaixaBank, Sabadell, BBVA, Unicaja y Bankinter- se han extendido durante casi dos años. Gracias al acuerdo, Comsa ha obtenido un aplazamiento hasta 2026, con la condición de vender su participación en Les Borges y el 31% que posee en su filial polaca, Trakcja PRKiI. La sociedad ha logrado sortear la entrada de la banca en su capital, una opción que los acreedores tampoco tenían interés en ejecutar, según las fuentes consultadas.
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