La primera fase de explotación comercial que conecta Madrid con Asturias comenzó el pasado 30 de noviembre. Desde entonces, ya se ha producido una reducción considerable de tiempo, de al menos una hora, en todos los recorridos. No obstante, el horizonte es aún más halagüeño: con la puesta en marcha de la segunda fase de explotación comercial, y a la espera de la llegada y puesta en servicio de los nuevos trenes de la serie 106, Renfe prevé un incremento anual de viajeros del 42% en 2024.
Durante el primer mes de los servicios AV Asturias-Madrid, Renfe ha registrado casi 76.000 viajeros, lo que supone un incremento del 22,3% respecto al mismo periodo del año anterior. Desde el 2 de noviembre, fecha de inicio de la oferta, se han vendido 106.500 billetes para viajar entre el 30 de noviembre de 2023 y el 15 de febrero de 2024.
Una vez que Renfe disponga de los nuevos trenes de la serie 106 y empiece a circular con los nuevos convoyes fabricados por Talgo, la compañía tiene previsto implantar en el primer trimestre del próximo año una segunda fase de explotación comercial que potenciará y mejorará la que comenzó a prestarse en el pasado 30 de noviembre.
Segunda fase: consolidación y mejora de los servicios
El aumento de frecuencias y plazas, junto a la mencionada reducción de los tiempos de viaje, permiten prever una demanda de 1,25 millones de viajeros al año en los servicios de AV de Asturias en 2024, tal y como destacó el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, en la inauguración oficial de la Variante de Pajares en el pasado 29 de noviembre.
En esta segunda fase, anunciada para los primeros meses del año que viene, la incorporación al servicio de los nuevos trenes S106 permitirá que las velocidades vayan incrementándose y que los tiempos de viaje se vayan reduciendo. Igualmente, esto posibilitará que aumente el número de plazas por tren, ya que la capacidad de estas unidades casi dobla la de los trenes que circulan en la actualidad. La segunda fase contempla asimismo la llegada de los trenes AVE y Avlo, además de incorporar Avilés como nuevo destino de los trenes Alvia.
Preocupación por la sostenibilidad
Ofrecer nuevos servicios con la mayor de las comodidades no debe estar reñido con el cuidado del medio ambiente. Prueba de ello es Renfe, que lidera el camino hacia la sostenibilidad y que cuenta con la certificación ‘Carbono Neutro’ otorgada por AENOR para todos sus trenes eléctricos, tanto de viajeros como de mercancías. De esta forma, se premia el compromiso por la sostenibilidad y el respeto al planeta mediante el uso de la energía eléctrica de tracción, los planes de conducción eficientes y el empleo del freno regenerativo.
De hecho, el desplazamiento de estos cerca de 76.000 viajeros ya ha tenido un importante ahorro medioambiental. Con esta cifra, se ha evitado la emisión de 2.300 toneladas de CO₂, la circulación de más de 50.000 vehículos privados y el consumo de cerca de 1 millón de litros de combustible.
Los trenes eléctricos de viajeros y mercancías de Renfe, al carecer de procesos de combustión, evitan las emisiones directas. Al ser energía eléctrica de origen 100% renovable y al no generarse emisiones indirectas en origen, se puede alcanzar la descarbonización y la neutralidad del carbono.
Con estas medidas, la circulación diaria de todos los trenes de Renfe, contando los de Viajeros y los de Mercancías, evita al año la emisión de 4,1 millones de toneladas de CO₂ y supone un ahorro energético equivalente a más de 1,1 millones de toneladas equivalentes al petróleo.
