Sánchez sí pide más reglas

El creador de ChatGPT alerta en España de un exceso de regulación que frene la IA

Sam Altman defiende que la normativa no puede "encerrar" a los pequeños desarrolladores, por lo que pide que las 'reglas' se concentren en los grandes como la propia OpenAI.

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Sam Altman junto con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Agencia EFE

El consejero delegado de OpenAI, Sam Altman, ha defendido en su visita a Madrid que existe un riesgo de "sobrerregulación" de la Inteligencia Artificial, que frene el avance y la innovación de los pequeños desarrolladores y compañías menos poderosas. El ejecutivo al frente de la compañía dueña de ChatGPT ha defendido que todas las 'reglas' más duras deben centrarse en grandes grandes grupos como el que él lidera. "No se deberia encerrar a los pequeños ahí; la regulación debería ir por nosotros", apunta. Lo ha hecho después de haber mantenido un encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el que este ha pedido que el desarrollo de esta tecnología "respete los valores democráticos".

Altman se enfrentaba a un abarrotado auditorio del IE Business School en Madrid con más de 500 asistentes. Le ha entrevistado Joe Haslam, profesor de la escuela de negocios y responsable del programa de aceleración. El ejecutivo ha viajado a la capital española en su 'roadshow' por los principales mercados europeos para tratar de explicar su posición a los reguladores y gobiernos. La pregunta de la regulación era una de las más esperadas, teniendo en cuenta las numerosas voces que lo exigen en la industria tecnológica y fuera de ella. Lo era pese a que el empresario pidió varias veces centrarse en escuchar a la audiencia sobre su uso de ChatGPT y sus sugerencias para nuevos desarrollos.

Su respuesta sobre la regulación es "mixta" aunque mucho más proclive a la creación de estas 'reglas' que algunos de sus antecesores al frente de gigantes de Silicon Valley. Advierte que quien critica que tener una regulación como tal sofoca la competencia puede llevar a que al final "ganen los tipos con todas las armas". El directivo, una de las nuevas voces de Silicon Valley más seguidas del momento, defiende que deben existir reglas que pongan límites a los grandes modelos de inteligencia artificial. "Ahí es donde creo que la sociedad tiene un interés real en asegurarse de que en realidad no causemos un gran daño al mundo", ha argumentado. "Las personas que no quieren ninguna regulación para esos modelos grandes, para los modelos poderosos, no creo que hayan pensado realmente en lo que realmente puede ocurrir ahí", ha apostillado.

Pero eso, según él, no puede ser justificación para hacer una misma regulación tanto para los creadores de esos modelos más grandes como para los pequeños desarrolladores o para la comunidad de software de 'código abierto'. "Hay que tener una comunidad robusta de código abierto y tener modelos pequeños por debajo de un umbral que no sean ralentizados y no se enfrenten a los obstáculos de la regulación y poner ésta en manos de personas como nosotros", ha argumentado. OpenAI y otros gigantes del sector "pueden manejarlo y pueden crear modelos que pueden causar un daño significativo al mundo".

"Es totalmente justo que la gente sea escéptica con cualquiera que se presente desde Silicon Valley", asegura Altman

Respecto a la privacidad, Altman ha insistido en que trabajarán con otros gobiernos de todo el mundo para analizar sus preocupaciones sobre ello. "Vamos a enfrentar problemas muy grandes y significativos aquí y queremos ser un buen socio de los gobiernos. En el pasado, ha habido problemas relevantes generados por plataformas creadas en Silicon Valley que no fueron reguladas a tiempo. "Creo que es totalmente justo que la gente sea escéptica con cualquiera que se presente desde Silicon Valley. No nos juzguen por nuestras palabras, sino por nuestras acciones", ha argumentado. Él argumenta que, pese a lo que otros defienden (especialmente en el lado de los reguladores), hay que poner estas tecnologías en el mundo "mientras aún son imperfectas, porque la gente necesita tiempo para adaptarse". 

En materia de regulación, el directivo también ha mantenido un encuentro en Moncloa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. En él, Sánchez ha defendido la necesidad de compaginar el avance de la IA con el "respeto a los valores democráticos". En ese encuentro, según ha explicado el Ejecutivo, se ha tratado también el proyecto de la Agencia Española de Supervisión de la IA con sede en A Coruña. 

Los efectos positivos

Más allá de la regulación, el empresario ha puesto también en el auditorio de la IE el acento en los aspectos positivos y de crecimiento de la inteligencia artificial y el potencial para crear compañías. También lo ha hecho un científico de investigación de OpenAI, Mo Bavarian, que también asistió a la charla: "La proliferación del emprendimiento y de que pocas personas tengan un impacto masivo. Sospecho que habrá compañías valoradas en 1.000 millones de dólares gestionadas literalmente por una sola persona".

Sobre el talento europeo y español, Altman ha defendido que la calidad es "brillante". "Una parte significativa del talento de la IA abierta es europea. La IA abierta no habrá sucedido sin los europeos, punto final", ha declarado. Cree que la calidad de estos trabajadores es "notable". "Me entristecería que la gente dijera que Europa es un lugar para los museos y las compras", ha argumentado. Insiste en que la situación del acceso a capital para proyectos emprendedores ha ido mejorando poco a poco, aunque "hay un montón de cambios legales que haría si tuviera el control de Europa por un día".

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