Vuelta a la 'Junta Superior de Precios'

Díaz hace una lectura engañosa del caso francés para lanzar su 'cesta del súper'

El acuerdo del Gobierno de Sarkozy con las grandes distribuidoras no implicaba precios máximos y no era una exigencia. La CNMC avisa: si hay acuerdo de precios podría haber un cártel.

Yolanda Díaz
Yolanda Díaz defiende limitar el precio de alimentos básicos.
Europa Press

Carrefour ya vivió hace más de una década en Francia la llamada 'cesta de los básicos' del Gobierno francés. Ahora, el consejero delegado de la división española, Alexandre de Palmas, anima a la vicepresidenta segunda del Ejecutivo español, Yolanda Díaz, a que visite sus centros en los que ha arrancado una oferta similar. La ministra se agarra a una interpretación 'sui generis' de ese proyecto galo que se puso en práctica en 2011, bajo el mandato de Nicolas Sarkozy, ante los efectos en la inflación de la crisis financiera. Pero esa iniciativa no era una obligación, sino una suerte de 'recomendación', y tampoco implicaba un tope pues no existían precios máximos. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) avisa: la legislación prohíbe los acuerdos entre operadores destinados a la fijación de precios, "que podrían llegar a constituir un cártel".

Díaz planteó a comienzos de semana una propuesta para fijar precios máximos a una serie de productos de alimentación y hogar de primera necesidad como leche, pan, huevos o fruta. "Como hemos hecho con el gas y otras materias, topemos el precio", aseguró. Y como comparación señaló lo sucedido a principios de la década pasada en Francia. En aquellas fechas, el Gobierno de Sarkozy se encontraba acuciado por la inflación y necesitaba tomar medidas. Tras la presión social negoció con las grandes distribuidoras durante varias semanas una medida que lanzó en el año 2011 y que se bautizó como 'la cesta de los esenciales'. Pero tenía truco.

Esa 'cesta de los esenciales' en Francia se aprobó en abril de 2011. Las grandes superficies se comprometían a ofrecer a los clientes un mínimo de 10 productos "de calidad" a un precio "atractivo". En teoría garantizaban tres comidas equilibradas para una familia de 4 personas. Tal y como explicaba en aquel entonces el diario Le Figaro, el gran punto débil del proyecto era que el convenio -que no proyecto de ley- dejaba a discreción exclusiva de Carrefour y compañía tanto la fijación del precio (algunos de los grandes grupos lo fijó en unos 20 euros pero no significaba un 'tope') como el diseño de la cesta (sólo se hablaba genéricamente de la tipología de producto).

Las asociaciones de consumidores se quejaban de que los productos no están diseñados específicamente para estas cestas y no estaban sujetos a una reducción de precio duradera, sino que se revisaba una vez a la semana. El diario Liberation señalaba en aquel entonces que las cestas incluían de forma destacada artículos que los distribuidores ya tenían previsto poner a la venta. Aprovecharían el logo que se fijaba de esta iniciativa en esa cesta para promocionarlos. El colectivo de consumidores del país UFC-Que Choisir acogió la medida, que se alargó durante más de un año, con "amarga decepción" por su configuración. "La cesta lo tiene todo: desde el efecto del anuncio, para hacer olvidar el aumento actual de precios, hasta la mala calidad de la oferta de alimentos", apuntaba. 

La ministra de Trabajo se reúne este jueves con la dirección de Carrefour y tiene previsto más encuentros la semana próxima con el resto de grandes cadenas

Esta fue la medida que se ejecutó por la administración francesa a la que se refiere la vicepresidenta Yolanda Díaz. Pero hubo otra que se ejecutó tras una reunión al más alto nivel entre los grandes distribuidores franceses con el propio Sarkozy en El Elíseo. Se firmó un acuerdo con los siete principales distribuidores para tratar de moderar los precios de frutas y verduras limitando sus márgenes cuando el precio pagado al producto era "inferior al costo de la producción". Era un pacto de intenciones. A esto se sumó un impuesto suplementario para las firmas que no moderaran los márgenes de beneficios en tiempos de crisis. 

El planteamiento de Díaz no se ha formalizado aún, pero la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tiene la lupa en la mano. Fuentes oficiales del organismo presidido por Cani Fernández recuerdan que la legislación prohíbe los acuerdos entre operadores siempre que restrinjan la competencia. "Entre otros, los acuerdos entre empresas destinados a la fijación de precios, que podrían llegar a constituir un cártel", apuntan. En el más reciente pasado ha habido sanciones millonarias a compañías de sectores como el de los concesionarios o el de la construcción de sistemas de seguridad, señalización y comunicaciones de la red de AVE.

División en el Gobierno

Los grandes actores del sector en España ya han movido ficha. Carrefour ha pedido "con carácter de urgencia" un encuentro con la propia vicepresidenta que tendrá lugar este jueves. Tendrá lugar el lunes una 'cumbre  con el resto de compañías y asociaciones de consumidores. Al encuentro acudirá el ministro de Consumo, pero no están convocados otros como el de Agricultura, Luis Planas. Éste se ha mostrado crítico insistiendo en que una medida "no es posible" y además "tampoco es deseable".

La cesta de la compra ha sido uno de los grandes golpeados en este escenario de elevada inflación en España .Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) la escalada del 10,8% del IPC en el mes de julio implicó un incremento de casi del 14% en la categoría de alimentos. Destacó la subida de la pasta (31,6%), la mantequilla (26,1%), la leche (22,6%), los huevos (22,5%), los cereales (20,4%), la carne de ave (16,3%) y las legumbres y hortalizas frescas (15,5%).

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