Meliá no teme amenazas de EEUU a Cuba: seguirá allí y espera un final respetuoso

  • La hotelera española cuenta con 34 hoteles en la isla, lo que supone un 30% de la cuota de estancias en todo el país. 
Meliá Hotels International defiende la "libertad de expresión" de Escarrer sobre el impuesto turístico
Meliá Hotels International defiende la "libertad de expresión" de Escarrer sobre el impuesto turístico
EUROPA PRESS

La hotelera española Meliá no teme las posibles consecuencias que pueda tener la amenaza de Estados Unidos, a través de Donald Trump, contra Cuba. Así lo ha señalado Gabriel Escarrer, presidente de la compañía, durante la junta general de accionistas celebrada este mismo martes en Palma de Mallorca. "Pese a los desecuentros con Estados Unidos, esta nueva controversia tendrá una solución respetuosa con los principios del derecho internacional", señalaba. 

Por ello, ha confirmado que la hotelera no tiene ninguna intención de salir del país en el que cuenta con importantes posiciones. "Cuba tendrá un gran futuro en el turismo y estará indiscutiblemente ligado a Meliá", confirmaba alejando todos los posibles fantasmas que puedan sobrevolar a la compañía en el país. 

La mallorquina cuenta con 34 hoteles en la isla caribeña, lo que supone, según sus propios datos, hasta un 30% de la cuota de estancias que se registra en todo el país. "Cuba tiene dos de las cosas más importantes, seguridad y estabilidad", señalaba Escarrer. "Nunca nos hemos arrepentido de apostar por el desarrollo turístico de Cuba", continuaba. 

En cambio, lo cierto es que la posibilidad de que se reclamen los bienes expropiados durante la revolución a empresas norteamericanas puede poner en peligro el negocio turístico en la isla. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, decidió endurecer hace unas semanas las sanciones a Cuba y esta vez optó por levantar la suspensión del título tercero de la Ley Helms-Burton, la columna vertebral del embargo estadounidense sobre la isla. 

Este hecho, permite a los estadounidenses, tanto si lo eran o no en el momento de la expropiación, presentar en tribunales de Estados Unidos reclamaciones de bienes confiscados en Cuba a empresas extranjeras que mantengan algún tipo de relación comercial con ellos. 

Precisamente Meliá, que ahora parece demostrar que no tiene miedo, es el operador -es de propiedad estatal- de uno de los iconos de la revolución y estas expropiaciones en la isla. Es el caso del hoy Tryp Habana Libre, en El Vedado de La Habana. Este establecimiento fue en su momento la gran obra de Hilton en la isla, un antes y un después en lo que parecía ser el nuevo 'Dorado' del turismo. En cambio, tras finalizar su construcción en marzo de 1958 y con apenas unos meses en funcionamiento por parte de los estadounidenses, este enclave en una de las zonas nobles de la capital fue expropiado por el estado.

Los 28 millones de dólares que habían invertido los hoteleros norteamericanos apenas tuvieron recorrido. En 1959, Fidel Castro decidió quedarse con la instalación en la que incluso llegó a a instalar su oficina personal en los primeros años de gobierno revolucionario. De hecho, y según se puede ver en el propio establecimiento, fue precisamente allí, en la habitación 'La Castellana', donde la CIA intentó asesinarle en dos ocasiones.

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