El secretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, ha confirmado, después del incidente aéreo el pasado 5 de enero, que los aviones Boeing 737 MAX 9 se mantendrán inmovilizados en tierra hasta que "los reguladores los consideren seguros para volar". Durante su intervención en una conferencia sobre transporte en Washington, recogida por 'Bloomberg', ha expresado que la única consideración de Estados Unidos al respecto es la seguridad.
Buttigieg ha declarado que Boeing tiene que demostrar que todos los aviones que proporciona a las aerolíneas son "100% seguros". "Esto significa encontrar y arreglar cualquier cosa relacionada con este problema, así como cualquier cosa que salga a la superficie en las inspecciones que se están llevando a cabo", ha añadido.
El incidente aéreo en el que un 737 MAX 9 de Alaska Airlines tuvo que realizar un aterrizaje forzoso tras el desprendimiento de un panel de salida provocó que la Administración Federal de Aviación (FAA) decidiera paralizar todos los vuelos en territorio nacional que emplearan ese modelo de avión y ordenar inspecciones.
La aerolínea afectada ha tomado la decisión de cancelar todos los vuelos en el avión 737 MAX 9 hasta el sábado 13 de enero, lo que equivale a la supresión de entre 110 y 150 vuelos por día, según un comunicado.
Más de 700 inspecciones
Este martes, la FAA ha avisado que está esperando recibir la versión revisada de las instrucciones de Boeing para dar comienzo a las inspecciones formales de los 737 MAX 9 inmovilizados. Por su parte, los operadores están realizando inspecciones preliminares antes de la aprobación final de la FAA. En este sentido, tanto United Airlines o Alaska Airlines han comunicado que encontraron piezas o pernos sueltos en algunos de sus aviones Boeing 737 MAX 9.
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