El traslado de Endesa Distribución deja la Cataluña independiente sin su 'red de luz'

  • La filial del grupo energético logró un beneficio de 782 millones de euros en 2016 y un volumen de ingresos de 2.265 millones.
Imagen de una torre de electricidad.
Imagen de una torre de electricidad.

Un día antes de las elecciones catalanas del 21 de diciembre, Endesa trasladó de Barcelona a Madrid su filial de distribución. Un pequeño gigante, porque se trata de una compañía con un volumen de ingresos superior a los 2.265 millones de euros y un beneficio neto de 782 millones, según datos al cierre de 2016.

Endesa, filial del grupo italiano Enel, muda así de la barcelonesa Avenida Vilanova a la madrileña Ribera del Loira, la sede de uno de sus negocios regulados que opera en media España. La compañía no valora el cambio, ni lo vincula a la situación política en Cataluña, pero el cambio de sede provoca un efecto rebote, al cambiar de sede uno de los elementos clave del panorama energético catalán.

La gestión de la red eléctrica ha sido uno de los pilares del ideario político independentista en materia energética, sobre la base de su autocapacidad. "La propiedad de la mayoría de las infraestructuras energéticas presentes en Cataluña pertenece a empresas multinacionales e inversores privados que se ocupan del ciclo completo de su negocio, garantizando la disponibilidad de energía", explicaba Libro Blanco sobre la Transición Nacional de Cataluña, la hoja de ruta elaborada en 2014 por el anterior presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Unas empresas que consideran Cataluña como una parte significativa de su mercado, y las mismas reglas de juego empresarial harán que su gestión sea lo más eficiente eficiente y normalizada posible", añade. Y dejaba abierta la puerta a un "traspaso" de instalaciones.

En este sentido, una de las medidas previstas en ese Libro Blanco pasaba por "negociar los principales traspasos o usos de instalaciones, organismos reguladores y operadores (ahora españoles) y servicios, por si hubiera que replicarlos en Cataluña". Una duplicación que, en el caso de la red de distribución eléctrica, no es factible por el volumen de inversión que conllevaría. "También habría que establecer acuerdos de coordinación con los operadores energéticos españoles y asegurar la construcción de nuevas instalaciones prioritarias y las conexiones de gas natural y electricidad con Francia", asume el documento.

Negocio regulado

En el caso de Endesa Distribución Eléctrica, se trata de un negocio regulado. Prácticamente la totalidad de sus ingresos, 2.035 millones corresponden a las tarifas marcadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), según explica en su última memoria.

Y no centra su actividad en Cataluña, porque la filial de la compañía eléctrica distribuye en 27 provincias españolas y, al cierre de 2016, sumaba más de 12,3 millones de clientes. Su principal fuente de generación de ingresos es Andalucía, que aportó 955 millones de facturación; frente a los 736,9 de Cataluña.

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