La junta directiva de Twitter ha quedado disuelta este lunes, tres días después de que se formalizara la compra por 44.000 millones de dólares de la compañía tecnológica por parte del magnate Elon Musk, según un documento de la Comisión de Bolsa y Valores recogido por la prensa local. Así, los nueve miembros que componían la junta dejan todos sus cargos "de acuerdo con los términos del acuerdo de fusión", algo que se esperaba dado que cuatro de ellos ya habían sido despedidos el jueves por la noche, incluyendo el director ejecutivo Parag Agrawal.
Según The Wall Street Journal, la junta directiva no va a ser reemplazada por otra nueva, ya que Musk pretende quedarse como único director de la red. La compra de la compañía se formalizó el pasado viernes, día que expiraba el plazo dado por una jueza para archivar la denuncia de Twitter contra Musk, y una de las primeras medidas del magnate consistió en sacar a Twitter de la Bolsa de Nueva York, con lo que ahora la empresa está sujeta a menor nivel de regulación.
La siguiente consistió en anunciar ese mismo viernes un próximo "consejo de moderación de contenidos" que incluirá "diversos puntos de vista", y que mientras no existiera "no habrá decisiones mayores sobre contenidos ni restablecimiento de cuentas (clausuradas)". Musk no ha hecho ningún comentario este lunes sobre el cese de la junta directiva, pero sí se refirió a la posible vuelta de Donald Trump a Twitter, utilizando su tono irónico: "Si me dieran un dólar por cada vez que alguien me pregunta si Trump vuelve a esta plataforma, Twitter estaría acuñando moneda".
Twitter, hacia un horizonte incierto
Pese a que su compra, puso fin al gran culebrón empresarial del año, abrió por otro lado una serie de incógnitas alrededor de la red social y sobre cómo será su futuro en manos del hombre más rico del mundo. Una de ellas, ya se ha resuelto con la disolución de la junta, ahora habrá que ver como lleva a cabo el magnate su objetivo de ampliar la libertad de expresión en la plataforma, que considera coartada por las políticas de moderación de contenidos de la red social.
Por lo pronto, se espera que el nuevo Twitter se dirija hacia una moderación de contenidos mucho menor, dando marcha atrás a las medidas que se han puesto en marcha en los últimos años para, por ejemplo, actuar contra quienes difunden bulos o promueven discursos de odio. Esto llevará casi con toda seguridad a que se levanten los vetos impuestos a algunas figuras que han usado la plataforma para distribuir falsedades o incitar a sus seguidos a la violencia, como es el caso de Donald Trump.
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