Juicio para establecer responsabilidades

Expertos rechazan el estudio que llevó al Gobierno a cerrar el proyecto del Castor

Sismólogos y otros estudiosos de la materia muestran su disconformidad con el informe, el cual vincula los terremotos de 2013 con la falla de Amposta, ubicada en Tarragona, por ser "especulativo" y "erróneo".

El almacén submarino de gas Castor, en Castellón
Expertos rechazan el estudio que llevó al Gobierno a cerrar el proyecto del Castor.
Escal UGS

El juicio sobre el 'caso Castor' continúa con su itinerario, y en la sesión de este miércoles han comparecido en los juzgados expertos internacionales en sismología, riesgos sísmicos y geofísica, que han mostrado su disconformidad con el informe que vinculaba los terremotos con la falla localizada en Amposta, provincia de Tarragona, y en el que se preveían nuevos movimientos de tierra. 

El estudio al que se remite en las declaraciones fue dirigido por el profesor Rubén Juanes, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), EE.UU., elaborado después de que se produjeran seísmos en el entorno del almacén de Castor en el año 2013 y encargado por el entonces Ministerio de Industria, el cual concluyó que los movimientos de tierra se situaban en la falla de Amposta, y que pudieron estar causados por la inyección de gas en la planta de Vinarós, Castellón. El Gobierno se basó en esta investigación para decidir parar la actividad del almacén, ante el riesgo de nuevos seísmos de hasta 6,8 grados de magnitud.

Todos los expertos en diferentes áreas relacionadas con los movimientos sísmicos que han acudido hoy a declarar citados por las defensas de los dos acusados han coincidido en su disconformidad con las conclusiones a las que llegaba el informe del profesor Juanes, y lo han calificado de "especulativo", "erróneo" y con información "no justificada científicamente".

El profesor de geofísica de la Universidad de Stanford (California, EE.UU.) Mark Zoback, ha indicado que su investigación concluye que la sismicidad inducida en Amposta no se puede sostener con los datos a disposición actualmente, y ha señalado a la existencia de fallas secundarias y de menor tamaño, que podrían ser el epicentro sísmico. Zoback también ha hecho un repaso sobre la metodología empleada y los modelos utilizados en el informe de Juanes y ha indicado que el propio modelo usado "no apoya sus especulaciones sobre el origen de los seísmos" y las mismas "no están apoyadas en datos". Según el profesor estadounidense, la publicación de este informe "nunca se habría permitido tras un primer análisis" porque contiene errores relativos tanto a la orientación y la situación de la falla de Amposta, como sobre "un fallo matemático en una de las ecuaciones clave".

Críticas al modelo del informe

Por su parte, el profesor Charles Connor, de la Universidad de Carolina del Norte, EE.UU., ha incidido en la idea de que el modelo en el que se basa el informe de Juanes "depende de condicionantes que no están justificados" y "no se ajusta a los estándares y normas internacionales". Por otra parte, el profesor Gabriel Toro, de la Universidad de Colombia y miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, destaca que el informe de Juanes "no demuestra que haya una relación entre la falla de Amposta y los seísmos" y tampoco hace, a su juicio, "un análisis sobre peligrosidad sísmica", por lo que el informe no justificaría "en absoluto" que se haga referencia a que se produjera un riesgo de sismo de 6,8 grados tras la inyección de gas de 2013. Sobre esta cuestión han mostrado también su desacuerdo el resto de peritos.

Durante la sesión han declarado también dos peritos expertos en edificación y arquitectura, Carlos Barrios y Francisco Peydró, que elaboraron seis informes sobre los daños reportados por particulares tras los seísmos y han indicado que "un terremoto de intensidad tan baja no puede causar esos daños". Además, han sostenido que los daños que se pusieron en conocimiento de las compañías aseguradoras, "o están muy lejos del Castor, o afectaron a un piso y no a otro del mismo edificio o calle, o a una habitación y no a la colindante o solo a una parte del chapado de una cocina, por ejemplo". Finalmente, ambos han relatado que los daños que fueron a revisar en viviendas afectadas se debían en ocasiones a desgastes propios de las construcciones, sobrecarga por reformas, o a grietas que ya estaban o que no eran tales.

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