En 2022

Facebook triplica la plantilla en España hasta los 280 empleados en el año del ERE

El gigante hizo crecer la plantilla con incorporaciones con trabajadores en remoto y otras modalidades. Abonó 2,5 millones de euros para despedir a varias decenas de trabajadores a finales del ejercicio.

El creador de Facebook da mucha importancia a su seguridad personal.
Facebook triplica la plantilla en España hasta los 280 empleados en el año del ERE.
Agencia EFE

Facebook disparó la cifra de empleados en España durante el pasado ejercicio, marcado por el primer Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de su historia, que implicó la salida de varias decenas de ellos. En total superó la barrera de los 280, gracias en parte a los nómadas y su política de trabajo en remoto. Uno de los que se incorporó a la filial local es el 'número 2' y mano derecha de Mark Zuckerberg, el español Javier Oliván. Para el despido colectivo, pactado con la plantilla, desembolsó 2,5 millones de euros en indemnizaciones.

El gigante tecnológico no se había caracterizado desde su aterrizaje en el país por ser un gran empleador. La filial española nació como una mera comisionista con una estructura muy similar a la de Google o Twitter y en la que la plantilla local se encargaba de todo el soporte para ventas que se registraban fundamentalmente a través de Irlanda. La compañía inició operaciones en el verano de 2009. En el primer ejercicio completo completo apenas sumó 8 trabajadores. Antes de la pandemia eran algo menos de 80. En 2021 se cerró con 85. La explosión llegó en 2022.

En concreto, según queda reflejado en la memoria anual de las cuentas recién presentadas en España, la empresa cerró el ejercicio con 286 trabajadores, frente a esos 85. Se da la circunstancia que este fuerte crecimiento se produjo precisamente en el año en el que se ejecutó una reducción de personal impuesta desde Estados Unidos con carácter global y que implicó la negociación de un despido colectivo negociado con el bufete Baker McKenzie y que supuso la salida de decenas de personas -más de una treintena, según explican fuentes conocedoras-.

Aunque la compañía no lo aclara en su documentación oficial, todo apunta a que esta cifra incluye ya la reducción de la plantilla, que se cerró en el ejercicio 2022. De hecho, queda contemplado en la cuenta de resultados dentro del capítulo de gastos de personal el pago de los 2,5 millones de euros en concepto de indemnizaciones. La filial española fue compensada por estos gastos por la matriz estadounidense de la que depende (Facebook Global Holdings II, LLC). Es algo similar a lo sucedido con los impuestos en 2019: en aquel ejercicio se puso al día con los tributos con el pago de casi 34 millones de euros que fueron asumidos por otra sociedad del grupo, siendo la empresa un agente de pago.

No se diferencia cuántos de esos 286 empleados son trabajadores directamente relacionados con el negocio español y cuántos son nómadas o empleados en remoto. La realidad es que éstos últimos han crecido de manera relevante tras la pandemia, no sólo en el mercado local sino también en otros territorios. Fuentes oficiales de la compañía se limitan a señalar la memoria anual al ser preguntadas por la razón de este fuerte incremento. Hay una figura relevante dentro de la compañía que representa este cambio en el modelo laboral.

Los empleados en remoto ganaron enteros en el gigante, con Javier Oliván ('número 2 del grupo') como uno de los que eligieron trabajar desde España

Esa figura es Javier Oliván. El ejecutivo español, que fue nombrado responsable de Operaciones en sustitución de Sheryl Sandberg en 2022, arrancó etapa nueva desde el pasado 1 de enero. Iba a trabajar en remoto desde España, como avanzó La Información. Y lo hacía con un contrato nuevo con el que pasaba a depender de la filial local (Facebook Spain SL). Mantenía la condición de "nómada digital" a la hora de tributar a Hacienda por sus ingresos. La potenciación de esta estructura llega con la entrada en vigor de la 'Ley de Startups', que contempla una serie de mejoras en el régimen fiscal del Impuesto sobre la Renta de No Residentes aplicable a estos “nómadas digitales” -personas en teletrabajo desplazadas temporalmente a territorio español- y sus familiares, que podrán acceder a un visado especial de hasta cinco años. De los salarios, hasta los primeros 600.000 euros tributará a un 24% mientras que a partir de esa cantidad en adelante lo hará al 47%.

Antes del fuerte ajuste de gastos ejecutado por Meta y por otros gigantes del sector tecnológico ante el enfriamiento económico y el acelerado crecimiento de años anteriores, los de Zuckerberg plantearon algunas inversiones relevantes como la puesta en marcha de un centro especializado en tecnologías del metaverso, junto con un centro de datos en Talavera de la Reina (Castilla La Mancha). Este último proyecto, que supone una inyección a la región de unos 1.000 millones de euros según datos de la administración local pero un impacto ambiental relevante por el significativo gasto de agua previsto por la infraestructura, fue presentado el pasado mes de marzo por la Junta el pasado mes de marzo.

Los números de España

Este fuerte incremento de los gastos laborales por la subida de la plantilla -de 20,5 a 54 millones en un año- ha sido clave en las pérdidas netas de casi 5 millones de euros que declara la filial en España frente a los 2,7 millones de beneficios de un ejercicio antes. Hay que tener en cuenta que desde hace varios años el modelo de la plataforma se basa en refacturación a Irlanda -desde donde se factura el grueso de los servicios publicitarios- y ventas directas a determinados clientes españoles. El importe bruto facturado se situó en los 471 millones de euros pero el coste de ventas  fue de 408 millones por lo que los ingresos netos fueron de unos 65 millones.

La estructura con Irlanda como gran centro 'facturador' ha permitido no sólo a Meta, sino a otros gigantes como Google, reducir de manera relevante la factura fiscal. En el año 2022, la firma dirigida por Zuckerberg disparó el gasto vinculado al pago basado en acciones (stock options) a su plantilla. Esto implicó un ajuste al resultado fiscal. La base imponible se elevó hasta los 14,9 millones de euros frente a los 10,9 millones de un año antes. Así tuvo que afrontar un desembolso de 3,7 millones en Impuesto de Sociedades.

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