Una de las grandes compañías tecnológicas se revuelve contra Hacienda. Es Nintendo, el gigante japonés de la industria del videojuego valorado en más de 37.000 millones de euros en bolsa. La compañía quiere resolver de manera amistosa su enfrentamiento. Y por eso ha solicitado un arbitraje ante la Agencia Tributaria en España y Alemania. Lo hace con el fin de confirmar si ha existido en los últimos años una doble imposición en sus operaciones locales. La decisión llega después de que una serie de inspecciones haya desembocado en el pago de 3,5 millones de euros por Impuesto de Sociedades e IVA.
La compañía japonesa opera en España desde hace casi dos décadas con la filial Nintendo Ibérica. Esta sociedad se dedica a la importación y venta en el mercado español de videoconsolas y videojuegos. Su estructura es similar a la de otras multinacionales del sector: la compañía con sede en Madrid es la que firma los contratos con distribuidores y la que factura todas las ventas físicas. Para hacerlo debe comprar todo el producto a una matriz con sede en Alemania. Y del precio que, finalmente, se fije para esas transacciones entre el grupo dependerá un resultado fiscal u otro en este país.
En los últimos años, la Agencia Tributaria ha puesto el foco en estas operaciones. Y de hecho, en 2016 inició una inspección para el Impuesto de Sociedades, que grava los beneficios obtenidos, y el IVA de los ejercicios 2012 y 2013. En 2018 se sumaron otros periodos a la investigación. Todos estos procesos desembocaron en el pago de 3,1 millones en liquidaciones no abonadas y 393.000 en intereses de demora, según queda reflejado en la memoria anual recién presentada por la filial. Este ha sido el detonante para que los japoneses decidan mover ficha para aclarar la situación.
En los primeros meses de 2019 realizó ante la Agencia Tributaria Española la solicitud de inicio del procedimiento amistoso contemplado en el convenio europeo de arbitrajes, relativo a la suspensión de la doble imposición. Es decir, creen que están pagando más impuestos sobre los beneficios de los que deberían. Este procedimiento es clave, pues la decisión a la que se llegue es vinculante, y está regulado tanto por el convenio entre España y Alemania para evitar esa doble imposición como por el convenio europeo. Debe iniciarse dentro de los tres años siguientes a la primera notificación de la medida que implique unos impuestos con los que no estén conformes. La resolución aún no ha llegado.
¿Cuántos impuestos ha pagado Nintendo en España? En los tres últimos ejercicios, la compañía ha abonado casi 5 millones de euros de cuota de Impuesto de Sociedades, después de todos los ajustes de gastos no deducibles. Todo ello para unos ingresos que han ido creciendo y que en el último ejercicio superaron los 200 millones de euros. La razón de un margen tan estrecho hay que encontrarla, básicamente, en la adquisición de mercaderías a su socio único en Alemania. Sólo en el último año, las compras de videoconsolas y videojuegos superaron los 170 millones.
El precio de esas transacciones es clave. Lo es para Nintendo y para el resto de compañías multinacionales que deben distribuir productos digitales o físicos en España que se adquieren a otras sociedades del grupo. En caso de elevar ese 'peaje', consigues reducir los beneficios en el país y, por tanto, los tributos. Es, por ejemplo, lo que sucedió con Microsoft y sus operaciones con la matriz irlandesa, que le llevó a dos pleitos con Hacienda: uno lo perdió en el Tribunal Supremo y el otro se está decidiendo en una negociación a dos bandas para tratar de llegar a un acuerdo y no judicializarlo, a costa de recortar la multa.
Las cifras en España
Con esta estructura en marcha, el negocio ha ido bien en cuanto a crecimiento, pero no tanto en el lado de la rentabilidad. En el ejercicio concluido en marzo de 2019, Nintendo Ibérica cerró con unos ingresos de 210 millones de euros, es decir un incremento del 6%. "Supone una mejora del mercado que se ha visto fortalecido frente al duro entorno competitivo", explica en la memoria. Pese a esa mejora, se han reportado pérdidas netas de 2,6 millones de euros después de tres años consecutivos en ganancias. ¿La razón? "El aumento de los costes de ventas por el deterioro de los productos Labo presentados el ejercicio pasado", apostillan. Labo es la línea de kits de planchas de cartón con los que se podía construir pianos, motos o robots para integrarlos con la videoconsola portátil Switch.
Con todo, y pese a la dureza del mercado de los videojuegos en España (cae un 2,5%), se ha mantenido en segunda posición en cuota de videoconsolas domésticas con el 40,5% frente a Play Station. En cuanto a videojuegos ha ganado cinco puntos hasta el 35%. Se plantean unos objetivos "conservadores" para el año en curso en la ejecución del gasto, aunque "expansivo" en lo comercial apoyándose, precisamente, en el dispositivo Switch.
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