Previsión de la demanda

El Gobierno pacta 193 entregas a Airbus hasta 2030 para blindar el área militar

El Ejecutivo se compromete a reforzar el área de la compañía ligada al Ministerio de Defensa tras la crisis del coronavirus. Acuerda nuevos pedidos para aviones como el C295 y el A400M.

A319neo.
AIRBUS
29/10/2021
Fotografía del A319 de Airbus. AIRBUS29/10/2021
AIRBUS

Meses después de la cumbre de urgencia del pasado verano entre Airbus y el Gobierno por la crisis del sector aeronáutico, ambas partes ya trabajan mirando cómo encarar los años de la recuperación. En la remontada será fundamental el apoyo de las diferentes áreas de la administración a la división militar del grupo, en la que quieren centrar sus esfuerzos en un plan a nueve años. En suma, se prevén algo más de 190 pedidos en un programa de compras continuado para los modelos A400M, C295 y el Eurofighter, así como otros encargos en la división de helicópteros.

Es lo que refleja la última acta de trabajo del programa Visión 2030, como así se ha bautizado internamente en el consorcio europeo, al que ha tenido acceso La Información. En dicho documento, actualizado por última vez el pasado lunes 8 de noviembre, queda reflejado el objetivo de que la compañía recupere "el papel estratégico" que ha tenido en el sector en España a través de distintas medidas de apoyo que "sentarán las bases de futuro crecimiento y desarrollo de tecnologías y capacidades sectoriales".

La clave será afianzar la división de defensa de Airbus, la más influenciada por los encargos de la administración. La filial española del grupo europeo es el principal socio de programas emblemáticos como el FCAS y Eurodrone, que aseguran de buena parte de la carga de trabajo de la compañía cada año. Para los siguientes ejercicios, están marcadas 39 entregas del programa C295, 88 del programa A400M y otras 66 en el mismo programa, pero para tareas de reacondicionamiento. 

El c295 primero es un avión de transporte táctico medio que fue diseñado por la compañía española CASA en 1990 y más tarde corrió a cargo del programa europeo EADS, donde se integró CASA. Acostumbra a utilizarse para operaciones logísticas en ubicaciones no accesibles para aviones más pesados. El A400M, por su parte, es un avión de transporte militar de largo alcance y sirve también como avión cisterna, es decir, que reabastece en vuelo a otros aviones. Apodado como Grizzly en el sector, el A400M se diseñó para cubrir las necesidades de los países adheridos al programa

El tercero de los pedidos fundamentales para el crecimiento será el Eurofighter, el caza del consorcio europeo que se seguirá fabricando hasta 2060 a la espera del FCAS. Aunque no hay cifras comprometidas, se espera la adquisición de "aviones adicionales por parte del Gobierno", refleja el documento. El objetivo es iniciar las entregas e incorporar los últimos desarrollos a partir de 2025. A ello se sumará un futuro lote adicional -también sin concretar- y nuevas entregas a partir de 2031. Todas estas compras provocarán que España, a juicio de los responsables de la elaboración del trabajo, se pueda volver a posicionar "como un valor único para la compañía entre los países principales".

El programa de Airbus España, que también se beneficiará de los encargos de terceros países, contempla la firma de nuevos acuerdos en el área de helicópteros para por parte del Ministerio de Defensa, el Ministerio de Industria y la Guardia Civil. En tareas de ingeniería se contempla que el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), dependiente del Ministerio de Ciencia, financie sistemas de entrenamiento.

Crisis aeronáutica

La negociación de pedidos para Airbus es clave para su recuperación futura. La compañía ha sufrido una parálisis en el número de aeronaves como consecuencia de la crisis del coronavirus y es consciente de que debe adaptarse a un escenario pospandemia, en el que el nivel de la demanda seguirá un tiempo por debajo del de años atrás, como ya ha afirmado la agencia internacional del transporte aéreo IATA. Los rivales de Airbus se han visto obligados a realizar ajustes de personal. Así lo hizo el fabricante estadounidense Boeing con un recorte de 16.000 empleos (10% de la plantilla) y la reducción del ritmo de producción de varios de sus modelos.

En Airbus, las malas previsiones también se han traducido en un plan de restructuración que ha afectado a sus dos grandes áreas, pero en mucha más intensidad al ala comercial. La compañía anunció en julio que el ajuste sería de aproximadamente 900 personas y se concentraría en las bases de Getafe (455 puestos de trabajo), Illescas (283 puestos de trabajo) y Puerto Real (151 puestos de trabajo). En este último enclave, además, se ha producido el cierre completo de la planta de trabajo, lo que ha comportado protestas y movilizaciones por parte de los trabajadores.

Pero la pandemia no solo ha golpeado al negocio de Airbus, sino también a sus proveedores. Compañías como Aciturri, Alestis o Aernnova, que se dedican a la fabricación de partes de los aviones o el ensamblaje, han anunciado diferentes Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que, en muchos casos, han terminado siendo salidas definitivas de personal. En este sentido, Airbus, la SEPI (accionista de Airbus con un 4,1%) y el fondo de capital riesgo francés Tikehau idearon la creación de un aerofondo de rescate para ayudar temporalmente a los principales proveedores que se habían visto golpeadas por la pandemia. Aunque este instrumento se anunció hace meses y ya se ha constituido oficialmente, ninguna empresa ha podido todavía beneficiarse de la partida de 100 millones con la que se dotó.

Mostrar comentarios