La startup Housfy levanta 6 millones y da entrada a accionistas de Glovo y Ontruck

  • La inmobiliaria online busca acelerar su expansión internacional. Entra el fondo Cathay, mientras se consolida el vehículo español Seaya Ventures.
ALBERT BOSCH, CEO Y COFUNDADOR DE HOUSFY
ALBERT BOSCH, CEO Y COFUNDADOR DE HOUSFY

Más dinero internacional para el sector inmobiliario digital. La startup catalana Housfy anuncia el cierre de una ronda de financiación de 6 millones de euros, en la que da entrada al accionista franco-chino de Glovo y Ontruck, mientras consolida su posición el fondo español Seaya Ventures, socio de cabecera de Cabify junto a Rakuten. La compañía quiere acelerar las ventas en el exterior.

La financiación ha sido aportada por tres fondos internacionales: el neoyorkino Torch Capital; DN Capital, que fue accionista de una de las inmobiliarias online más destacadas en Reino Unido, Purplebricks , y Cathay Capital, socio de Glovo. También participa Seaya Ventures. Se suma a a los 1,5 millones de euros aportados por el fondo español a mediados del año pasado.

Junto a estos nuevos accionistas, la compañía tiene entre sus socios iniciales a emprendedores como Iñaki Ecenarro, fundador del agregador de anuncios clasificados Trovit (vendido por 80 millones al grupo japonés Lifull) y a Marc Canaleta y Horacio Martos, dos de los creadores del desarrollador español de juegos para móvil Social Point, comprado por el gigante Take Two por 250 millones.

Housfy fue fundada en el año 2017 por Albert Bosch y Miquel Mora. Nació en la 'fábrica de startups' Nuclio, liderada por Carlos Blanco. El objetivo: introducirse en el negocio de quienes quieren vender su vivienda al margen de la agencia inmobiliaria tradicional. Estimaron que era en torno a un tercio de los propietarios. ¿Su negocio? Una comisión fija de 4.000 euros por compraventa, a cambio de un servicio de valoración de la vivienda, una plataforma para planificar reservas de horas y un apoyo legal para todo el papeleo.

Al no cobrar en base a un porcentaje del precio de venta, los márgenes se estrechan de manera muy significativa respecto al modelo más tradicional de agencia, lo que ha hecho que poco a poco suban sus precios. En un primer momento, la compañía la fijó en 2.000 euros, pero a principios de 2018 decidieron subirla a 3.000. Ahora, el precio que cobran es de 3.990 (para viviendas de más de 500.000 euros, esa comisión se eleva a 4.400).

¿Es sostenible? "Nuestro coste principalmente viene a nivel tecnológico, que es mucho más alto que inmobiliarias tradicionales", explica Albert Bosch, quien apunta que su ahorro procede de la ausencia de personal haciendo visitas (las hace el propietario) y buscando 'puerta a puerta' viviendas a la venta.

Con este modelo, durante el pasado año ingresaron 1,5 millones de euros con unas pérdidas de similar cantidad, de acuerdo a sus propios números, pues aún no han presentado la cuenta de resultados. En 2017, último año con cifras del Registro Mercantil, sumaron 183.000 euros de volumen de negocio y números rojos de algo más de 400.000.

Ahora buscan acelerar especialmente en el exterior. Tras expandirse por diversas ciudades de España, la compañía ya ha abierto en Italia y quiere hacerlo en Portugal y Francia antes de que finalice el año. La competencia en este sector no ha hecho más que crecer en los últimos tiempos. No sólo deben competir con agencias 'online' puras, sino también con las inmobiliarias tradicionales y también, como asegura Bosch, con las personas que quieren vender su vivienda directamente.

Mostrar comentarios