Resultados semestrales

Indra entra en pérdidas en la Covid-19 y crea un plan de acción para digitalizarse

La compañía reduce sus previsiones para el conjunto del año y espera que los ingresos de 2020 se sitúen entre 3.150 y 3.200 millones en moneda constante, y el EBIT (resultado bruto) entre 120 y 135 millones.

Fernando Abril-Martorell cumple cinco años al frente de Indra con una caída del 40% en bolsa.
Fernando Abril-Martorell cumple cinco años al frente de Indra.
L. I.

Indra, la compañía de defensa y tecnología, ha perdido 75 millones de euros durante el primer semestre del año, frente a los 34 millones de beneficio neto que obtuvo en el mismo periodo de 2019, tras ver descender sus ingresos en un 4% como consecuencia del coronavirus. La compañía anuncia un plan de acción para reducir costes y reorientar las inversiones para aprovechar la ola de la digitalización postCovid.

Indra reduce sus previsiones para el conjunto del año y espera que los ingresos de 2020 se sitúen entre 3.150 y 3.200 millones en moneda constante, y el EBIT (resultado bruto) entre 120 y 135 millones antes de deterioro de intangibles y costes de captura del plan de acción.

El resultado de Indra ha estado marcado por los retrasos y la menor actividad debida a la Covid-19, que ha impactado en la compañía en mayor medida en el segundo trimestre, y por los deterioros de intangibles en 95 millones de euros, según ha comunicado este miércoles la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Los ingresos cayeron principalmente en la división de Transporte y Defensa, en un 8,4%, hasta situarse en 505 millones de euros en este primer semestre del año; mientras que en Minsait -su consultoría de Transformación Digital y Tecnologías de la Información en España y Latinoamérica-, bajaron un 1,6 % y se situaron en 979 millones de euros.

“Tal y como anticipamos, los resultados del segundo trimestre de 2020 han estado impactados de forma considerable por la crisis desencadenada por el Covid-19, que en este segundo trimestre ha afectado a la totalidad del período desde abril a junio”, explica el presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, que advierte de nuevos cambios y ajustes en los próximos meses.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Indra arrojó unas pérdidas de 18 millones de euros en el primer semestre, en contraste con el beneficio de 142 millones de euros de hace un año. El resultado operativo (Ebit) fue de -78 millones de euros, frente a los 79 millones de beneficio de la primera mitad de 2019, afectado por los retrasos y la menor actividad debida al Covid y por los deterioros de intangibles.

En el segundo trimestre, Indra registró pérdidas netas de 81 millones de euros, frente a los 16 millones de euros que ganó en el mismo periodo de 2019. Los ingresos descendieron un 7,6% reportado y un 4,5% en moneda local, hasta los 749 millones de euros, mientras que la contratación aumentó un 8,5% reportado y un 12,4% en moneda local, hasta los 1.067 millones.

Cortar costes por 100 millones

Indra, que cae un 40% en bolsa desde que en 2015 Abril-Martorell tomó las riendas del grupo, cotiza en mínimos de 2003. “Estos cambios estructurales en nuestros clientes nos hacen replantearnos la continuidad de algunos de nuestros productos e inversiones basados en tecnologías antiguas, dada la previsible aceleración de la digitalización”, explica el ejecutivo.

Indra realizará saneamientos de activos intangibles por importe de 95 millones en el período al tiempo que replanteará estructuras de costes y de plantilla. Según la compañía, la combinación de estas medidas (plan de acción postcovid) esperamos generará ahorros anuales estimados del entorno de 100 millones a partir de 2021, con unos costes estimados de 165 millones en 2020, de los que 95 millones ya están contabilizados ahora.

La deuda neta de Indra a cierre del semestre alcanzó los 670 millones de euros, frente a los 716 millones del primer semestre de 2019 y los 552 millones de euros de 2019. La ratio de deuda neta/Ebitda (últimos doce meses) se situó en 2,7 veces en el primer semestre de 2020, frente a las 2,4 veces del primer semestre de 2019 y las 1,8 veces en 2019. 

El Flujo de Caja Libre (FCF) en el primer semestre de 2020 mejoró en 149 millones de euros, situándose en -88 millones de euros frente a -237 millones en el primer semestre de 2019. La compañía ha continuado reforzando su sólida posición de liquidez durante el segundo trimestre de 2020, y cuenta con más de 1.100 millones de euros entre efectivo y líneas disponibles a 30 de junio de 2020.

Los ingresos de la división de T&D en el primer semestre de 2020 descendieron un 7,5% en moneda local y un 8,4% en términos reportados, afectados por la caída de Defensa y Seguridad (del 15,5% en moneda local), que compensó el mejor comportamiento del negocio de Transporte y Tráfico (+0,3% en moneda local).

Sin embargo, la contratación creció un 43,1% en moneda local, principalmente impulsada por la fuerte contratación registrada en el vertical de Defensa y Seguridad en España (Sistemas de defensa electrónica y el radar de vigilancia para las Fragatas F110 de la Armada española), Europa (radares en Reino Unido) y AMEA (radares en Corea del Sur e Indonesia).

En el caso de la división de Minsait, las ventas en el primer semestre de 2020 crecieron un 1,7% en moneda local, aunque descendieron un 1,6% en términos reportados, hasta 979 millones de euros. Los crecimientos en Telecom y Media (+10,3% en moneda local), Servicios Financieros (+5,5% en moneda local), y Energía e Industria (+1,6% en moneda local) han compensado la caída registrada en Administraciones Públicas (+9,1% en moneda local).

La contratación en Tecnología descendió un 2,5% en moneda local (-6,5% en términos reportados) en los seis primeros meses del año, debido a la fuerte contratación que se registró en el mismo periodo en 2019 en Administraciones Públicas (soluciones de tributos y contratos relevantes de outsourcing en España) y en Servicios Financieros (BPO en Brasil).

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