Quince años en Facebook

Javier Oliván, el consejero fiel de Mark Zuckerberg que pilotará el imperio Meta

El directivo español se corona como 'número 2' del gigante tecnológico alejado de los grandes focos mediáticos, con un estilo poco agresivo y una lealtad sin fisuras hacia el consejero delegado.

Javier Oliván junto a Zuckerberg
Javier Oliván junto a Zuckerberg
Facebook

Cuando un tal Mark Zuckerberg acudió a la clase de la Universidad de Standford en la que Javier Oliván cursaba su MBA, Facebook apenas tenía unos pocos millones de usuarios y medio centenar de empleados. Oliván aprovechó el final de la charla para hablar con él sobre la expansión a otros países. Muy poco tiempo después, a finales de 2007, ya formaba parte del equipo de Chamath Palihapitiya, exdirectivo del gigante AOL y fichado para encargarse del crecimiento y la rentabilización de la plataforma. Hoy, quince años después, el oscense se ha convertido en el directivo español que más alto ha llegado en Silicon Valley, tras haber sido ascendido esta semana a ‘número 2’ como jefe de Operaciones tras la salida de Sheryl Sandberg.

Alejado de los grandes focos, con un estilo de gestión poco agresivo, con una actitud llana pero directa y con una lealtad sin fisuras hacia Zuckerberg, Oliván ha ejercido durante años de consejero personal para el fundador del gigante. Buena parte de las decisiones relevantes han pasado por sus manos o, al menos, han contado con su opinión. Es uno de los miembros de la guardia pretoriana de ejecutivos a los que el CEO escuchaba con atención, junto a Chris Cox, Naomi Gleit y Adam Mosseri. Su entorno destaca de él el sentido común y el equilibrio entre la resolución pero sin olvidar la ‘política’ que necesitan este tipo de puestos. Ahora sustituirá a Sandberg y lo hará a su manera, sin grandes luces. “Con algunas excepciones, no anticipo que tenga el mismo perfil público; tenemos otros líderes en Meta para eso”, asegura. Recuerda que seguirá estando “detrás de la escena”.

Los orígenes de este oscense nacido en 1977 no son extraordinarios. Nació en una familia “normal” de Sabiñánigo. Estudió Ingeniería Electrónica en el campus donostiarra de Tecnun (Universidad de Navarra). Pasó por varias multinacionales como Siemens o NTT. Al igual que otros emprendedores y ejecutivos de éxito españoles como Bernardo Hernández (Google, Yahoo) o Iñaki Berenguer (Coverwallet), fue becado por la Fundación Rafael del Pino para estar aquel día y aquella hora en la charla de Zuckerberg en Standford. Unos meses después de esa discreta entrada al equipo de crecimiento a finales de 2007, fue llamado a un reto mucho mayor que marcaría un antes y un después. Palihapitiya y Sandberg, que había sido reclutada desde Google, se reunieron para apretar el acelerador en la expansión. El primero optó por el español para liderar el equipo.

Las traducciones a siete idiomas, entre ellos el español, fueron su arma y lo que le catapultó. Lo hizo con una propuesta ‘low cost’ que funcionó: los usuarios iniciales de la red social en cada país hacían el trabajo con algunas recompensas. No estuvo exento de problemas, siendo el de Japón uno de los principales. Pero desbloqueó una rápida expansión de la compañía y le dio al directivo más predicamento ante Zuckerberg. En 2011  esto se multiplicó. Palihapitiya abandonó la empresa y dejó a su ‘delfín’ al frente del crecimiento. Su obsesión eran los números. Pero como admite Alex Schultz, jefe de analítica y marketing, en el libro sobre Facebook del periodista estadounidense Steven Levy, Oliván es “muy amable, considerado, ético y un gran tipo”. Las formas no eran las mismas.

El equipo dirigido por Oliván era una suerte de ‘equipo A’ transversal que tocaba todas las áreas. Como asegura Levy en el libro: “El crecimiento se convirtió en las lentes a través de las cuales Facebook hacía casi todo”. Esto llevó al español a convertirse en alguien con mucho poder. Un poder que se fue agrandando con las diferentes reorganizaciones de la cúpula. Junto con Cox, Mosseri y Gleit fue al primero al que Alex Stamos, jefe de Seguridad de la compañía, acudió en 2017 para mostrarle las conclusiones del delicado informe interno sobre las interferencias rusas en las elecciones de Estados Unidos y tratar de lograr la atención de Zuckerberg, como apunta Levy. En ese año, el CEO decidió crear un equipo de integridad que debía encargarse del control de los problemas de privacidad y contenidos. Su jefe, Guy Rosen, debía reportar a Oliván.

Durante los últimos años, el directivo español se ha caracterizado también por su fidelidad a Zuckerberg. La periodista de Bloomberg Sarah Frier relata en su libro sobre la historia de Instagram que en el verano de 2018 el consejero delegado de la red social pidió al directivo español que hiciera una lista con todas las vías en las que Facebook estaba ayudando a Instagram. “Después le ordenó que las inhabilitara”. Entendía que había solapamiento y éste estaba prejudicando a la plataforma principal. Esa fidelidad no ha desembocado en batallas internas para ganar peso. Fuentes de su entorno así lo confirman. La salida de Sandberg era más o menos esperada dentro de la compañía. El diario Wall Street Journal aseguraba este viernes que la directiva había advertido a su entorno de su cansancio. Ella se convirtió en un referente de éxito para las mujeres en el mundo tecnológico. En 2015 sufrió la muerte inesperada de su marido, Dave Goldberg, tras un infarto, lo que le apartó de la primera línea. Este suceso ha marcado los años venideros.

Más de una década en la élite empresarial estadounidense le han permitido construir un patrimonio personal relevante que también ha sido reinvertido en parte en el ecosistema tecnológico español. Oliván ha ayudado a muchas startups locales, tanto con financiación como con contactos. Es accionista como ‘business angel’ de compañías como el agregador de vendedores de Amazon Yaba; la ‘app’ de ahorro para jóvenes Goin; la plataforma de encuestas y formularios online Typeform, que rozó recientemente el estatus de unicornio, o la ‘fintech’ para devoluciones de compras Returnly, fundada por el español Eduardo Vilar en EEUU y vendida hace más de un año.

Conexión española de Zuckerberg

Oliván se ha convertido en la puerta de conexión de Zuckerberg con España. En 2008, el oscense llevó a dar una charla a la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra al gurú del que todo el mundo hablaba en el mundo de la tecnología. Han sido incontables sus visitas al Pirineo de donde es oriundo el oscense. Años más tarde, ambos repetirían aparición en público con motivo de la MWC de Barcelona aunque esta vez con Facebook convertido en un gigante cotizado de más de 100.000 millones de dólares y con una adquisición recién sacada del horno que dejó boquiabiertos a todos: la compra de Whatsapp por 23.000 millones de dólares. 

Antes de llegar a Facebook, donde ha desarrollado la mayoría de su carrera profesional, Oliván trabajó en la operadora japonesa NTT Data, Fon Wireless y Siemens Mobile, la antigua división móvil alemana en la que llegó a registrar patentes a nivel mundial. De hecho, durante su etapa actual ha sido coautor de nuevas invenciones junto a otros colegas de Facebook. Más allá de su labor como líder de la expansión internacional y el crecimiento de las plataformas de la red social, el oscense ha participado como inversor en numerosas empresas y ha formado parte de algunos consejos de administración.

Su posición más conocida y relevante fuera de Facebook fue su incorporación al órgano de gobierno del gigante hispano de comercio electrónico Mercadolibre, cotizado en la Bolsa de Nueva York. Además, junto a otros directivos de la red social como Hugo Barra, Oliván entró a formar parte de la gestora de fondos de capital riesgo Vy Capital, que constituyó un SPAC -vehículo cotizado enfocado en adquisiciones- que ha sido noticia en este 2022 por su participación en la financiación de la opa de Elon Musk sobre Twitter. No obstante, según el reglamento del citado fondo, tanto el español como el resto de ejecutivos vinculados a Facebook pactaron su salida en el caso de que el SPAC inviertese en un competidor.

Desde aquella charla en una de las aulas de la Universidad de Standford hasta hoy han pasado más de 15 años en los que Oliván ha cimentado la carrera directiva más relevante de un español en la ‘meca’ tecnológica. Lo ha hecho sin hacer mucho ruido. Como dice un amigo suyo y también emprendedor español, “con mucha resiliencia”. Como el oscense dijo en la nota publicada en su perfil de la red social, en su nueva responsabilidad tiene muchos retos que van desde la coordinación de todos los productos y aplicaciones del grupo hasta el desarrollo del negocio vinculado al metaverso, la gran esperanza de futuro para el gigante tecnológico. El nombramiento permitirá a Zuckerberg tener aún más cerca a su consejero de cabecera.

Mostrar comentarios