El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha dado el visto bueno a la homologación del plan de reestructuración de la empresa Celsa propuesto por sus acreedores. Tras esta sentencia, los acreedores pasarán a controlar la empresa española y sustituirán a los actuales propietarios como accionistas.
El juez ha indicado en la resolución que entiende que, al superar el valor de la deuda ampliamente el valor de la compañía, no existe barrera legal para impedir esta homologación, con la que el grupo asegura su permanencia gracias al capital de los acreedores.
En este mes de julio los actuales accionistas llevaron a juicio esta cuestión, intentando demostrar la solvencia del Grupo Celsa sin necesidad de llevar a cabo la reestructuración propuesta por los acreedores, pero la sentencia, hecha pública este lunes, respalda a los fondos de inversión.
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