La Justicia francesa ha rechazado el recurso de los accionistas minoritarios contra la opa para la nacionalización total de la eléctrica EDF, lo que abre la puerta a la materialización de la operación en mayo. El Tribunal de Apelación de París valida así la conformidad que había dado a la oferta la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF) contra el parecer de esos accionistas, que representaban menos del 10 % del capital y consideraban el precio insuficiente.
La operación había sido paralizada por la AMF en diciembre en espera de este dictamen judicial. El Ministerio de Economía y Finanzas ha subrayado en un comunicado que, conforme a los compromisos del Estado, la oferta se reabrirá del 4 al 17 de mayo "en las mismas condiciones financieras" que la inicial. Eso significa que se pagarán 12 euros por acción de EDF y 15,52 euros por las obligaciones convertibles en nuevas acciones (Oceane) y al término del periodo se procederá la retirada obligatoria de los títulos restantes. El departamento de Economía y Finanzas ha recordado que cuando se cerró provisionalmente la opa, el 3 de febrero, el Estado ya controlaba el 95,82 % del capital y el 99,96% de los títulos Oceane en circulación.
El objetivo de esta nacionalización es dar al Gobierno manos libres para poner en marcha su estrategia para dar un impulso a la energía nuclear con la renovación del parque actual de reactores para prolongar su vida útil hasta 50 o incluso 60 años, y para la construcción de al menos media docena de reactores de nueva generación que deben entrar en servicio a partir de 2037. El Gobierno francés lanzó una opa en julio del año pasado para la nacionalización total de EDF por 9.700 millones de euros.
Nuevos reactores nucleares
El presidente galo, Emmanuel Macron, encargó a la compañía eléctrica en febrero de 2022 que preparara la construcción de seis nuevos reactores atómicos que deben entrar en servicio entre 2035 y 2050. Se trataba de un plan para renovar el parque nuclear francés, que actualmente está formado de 56 reactores que normalmente generan el 70% de la electricidad del país, aunque en los últimos meses ese porcentaje ha sido muy inferior debido a parones por labores de mantenimiento o averías.
Eso está obligando a Francia a importar de forma masiva electricidad de los países vecinos, como es el caso de España. EDF está en el centro del "escudo de tarifas", la estrategia del Gobierno francés para limitar el impacto de las subidas de precios de la energía para los consumidores particulares y para las empresas. El incremento se ha limitado este año al 4% para los clientes particulares. Un costo que está asumiendo en parte la eléctrica, como también asume la venta a otros operadores alternativos a precio de saldo de una parte de la electricidad de sus reactores nucleares.
Macron ha elegido a Luc Remont como consejero delegado de EDF. Era jefe de operaciones internacionales de Schneider Electric y cuenta con una larga experiencia en altos puestos de la administración. Se formó en la École Polytechnique, uno de los centros universitarios de los que ha salido buena parte de la élite del país, trabajó durante más de una decena de años en el Tesoro y en los gabinetes del Ministerio de Economía durante el segundo mandato del presidente conservador Jacques Chirac (2002-2007).
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