La liberalización ferroviaria suma un contendiente más: Alsa quiere participar

  • La tradicional compañía de autobuses asturiana ya opera en consorcio una de las líneas de metro ligero de la capital. 
National Express deja el transporte en tren en Reino Unido al vender su negocio a Trenitalia
National Express deja el transporte en tren en Reino Unido al vender su negocio a Trenitalia
EUROPA PRESS

Un contendiente más a la batalla por la liberalización ferroviaria de viajeros en nuestro país y ya van una treintena. Alsa, la tradicional empresa de transportes asturiana, también quiere su trozo del pastel en la apertura del mercado que se producirá el próximo 14 de diciembre de 2020 y ya ha realizado contactos con varios posibles interesados en entrar en este negocio, tal y como confirman fuentes financieras a este diario. 

De hecho, la histórica compañía de la familia Cosmen cuenta con licencia ferroviaria -uno de los requisitos para poder convertirse en competidor de Renfe tras la liberalización- desde hace ya varios años, además de tener sobrada experiencia en este mercado. Alsa es propietario de la compañía Alsa Rail a través de la que se dedica a la explotación de sistemas ferroviarios, el diseño y proyecto de tranvías y metros ligeros y al ferrocarril periurbano y de cercanías. 

Tanto es así que a día de hoy, la compañía opera una de las líneas de metro ligero de los alrededores de Madrid, por lo que ya cuenta -salvando las distancias- con experiencia como operador. La de los Cosmen también opera varios trayectos de trenes turísticos en nuestro país. De hecho, lleva a cabo la explotación veraniega del tren "Felipe II", que une Madrid y El Escorial, y tiene la gestión del ferrocarril de recreo entre Lleida y La Pobla de Segur, el 'Tren dels Llacs'. También está presente en el conocido Funicular de Bulnes, en la localidad asturiana de Cabrales.

Pero la vinculación de Alsa con el ferrocarril ya viene de lejos. La asturiana ya había estado interesada con anterioridad por las líneas de Obligado Servicio Público, en su mayoría cercanías, pero finalmente no se llegó a un acuerdo.

Alsa, por su naturaleza de transportes, también cuenta con otro de los puntos más importantes de cara a la entrada en el mercado: la experiencia en la gestión de viajeros -pese a que su actividad tradicional se basa en el transporte por carretera-. Además, tiene un centro de formación propio de personal ferroviario, otro de los escollos a salvar por las firmas que quieren competir con Renfe. 

Bajo estos hechos, fuentes conocedoras de las negociaciones señalan a La Información que la compañía sería un buen candidato para llegar a formar parte de uno de los consorcios que puedan competir con Renfe después de la apertura del mercado, pero descartan de pleno que la compañía vaya a ser líder de una de estas uniones que, como pronto, se darán a conocer una vez se adjudique la capacidad de red. 

Más allá de lo propio, la dueña de la mayoría accionarial de Alsa es National Express, que se hizo con ella en el año 2005. La británica también tiene demostrada experiencia -pese a que finalmente se alejó del ferrocarril- en la operación de este tipo de transporte en Reino Unido. La operación de adquisición de esta participación por 600 millones de euros dio lugar al mayor operador de tren y bus europeo. 

National Express ya opera ferrocarril

La propietaria de Alsa tiene aún más experiencia en el sector y, sobre todo, tiene los conocimientos para entrar en un mercado liberalizado.  Así, estuvo presente durante años en el transporte de pasajeros por ferrocarril en Gran Bretaña hasta que en 2017 decidió vender su filial c2c a Trenitalia por por 70 millones de libras -unos 80 millones de euros-. La compañía llegó a ser una de las principales del sector en Reino Unido, pero la crisis y la nacionalización de una de sus líneas hizo que su posición quedase relegada a un segundo plano hasta que finalmente vendió. 

Pese a ello, National Express se mantiene como operador en Alemania, donde tiene varias concesiones activas y lo que le puede valer como un pase para conseguir un hueco en alguno de los consorcios que se puedan formar de cara al próximo 14 de diciembre de 2020. 

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