Los 'Bonos Bernabéu' serán emitidos a 30 años y con un interés anual del 2,5%

  • El Real Madrid quiere limitar las garantías a la futura generación de ingresos sin afectar para nada al actual patrimonio del club
Florentino Pérez durante la última Asamblea de socios del Real Madrid
Florentino Pérez durante la última Asamblea de socios del Real Madrid
RM

La emisión de los denominados 'Bonos Bernabéu' que el Real Madrid quiere colocar entre inversores cualificados principalmente de Estados Unidos estarán garantizados con los ingresos comerciales futuros del club. Florentino Pérez no está dispuesto a que la operación hipoteque a la entidad y ha dado instrucciones a los bancos de inversión para que diseñen un producto fundamentado en la confianza que hoy por hoy supone liderar el ranking de facturación económica dentro del planeta fútbol. La nueva deuda no tendrá la típica garantía de empresa ni estará respaldada por el principal activo destinatario de la inversión que es el Estadio Santiago Bernabéu.

Los detalles de la operación financiera más importante que el Real Madrid va a llevar a cabo a lo largo de su dilatada historia empiezan a ser conocidos ahora que está a punto de cerrarse la emisión. Las entidades contratadas para la colocación, JP Morgan y Citigroup, trabajan con el objetivo de atraer hasta un total de 400 millones de euros a un plazo de 30 años y con un tipo de interés anual del 2,5%. El club blanco quiere aprovechar la actual curva plana de tipos para dotar unos recursos que exigirán un servicio de deuda anual, incluyendo intereses y amortización del principal,  del orden de 25 millones cada año, una cifra perfectamente asumible teniendo en cuenta que el Real Madrid obtuvo en la temporada pasada unos ingresos de 750 millones de euros. 

Las entidades financieras que asesoran al Real Madrid en su nueva incursión dentro del mercado de capitales han tanteado también la posibilidad de canalizar la financiación por la vía del crédito bancario puro. Key Capital, en su calidad de banco de inversión de cabecera, ha mantenido contactos con las principales instituciones del país. De entrada, casi todas han estado dispuestas a escuchar la propuesta del Real Madrid con el deseo de incorporar a su cartera de clientes una marca  renombrada a nivel mundial. Sin embargo, la mayor parte de los interesados se han ido descolgando paulatinamente al comprobar las líneas rojas impuestas por el mandatario del club de Concha Espina en su afán por salvaguardar el patrimonio actual de la entidad.

En este momento los dos únicos grandes bancos que se han mostrado proclives a participar en un macrocrédito para el Real Madrid son el Banco Santander y, principalmente Caixabank. La opción del BBVA y de Bankia están prácticamente descartados. En el caso de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri cabe recordar que cuando Florentino Pérez llegó a la presidencia del Real Madrid uno de sus principales aliados financieros fue la antigua Caja Madrid, parte integrante y esencial de la actual Bankia. La situación de esta entidad financiera, bajo control del Estado y con serias dificultades para devolver las ayudas del rescate bancario, hacen que ahora una operación tan singular como la financiación del nuevo Bernabéu parezca totalmente fuera de lugar.

Los responsables de las gestión económica del club, con su presidente a la cabeza, consideran que la remodelación del estadio constituye un hito en la historia del club que debe servir para dotar al Real Madrid de un nuevo marco de relaciones con la comunidad bancaria. En estas circunstancias la obtención de los recursos presupuestados tiene que ir acompañada de un nivel de aceptación suficientemente amplio que refuerce la reputación de la imagen del club en los mercados financieros. El hecho de que la gran banca, salvo las dos excepciones mencionadas, no haya respondido al reclamo ha motivado que el Real Madrid se incline preferentemente por una opción alternativa aunque más compleja, como es la mencionada emisión de bonos.

Los ingresos comerciales, clave del futuro

JP Morgan y Citigroup llevan semanas sondeando a los grandes fondos e inversores estadounidenses aprovechando el tirón que despierta el Real Madrid en todo el continente americano. El argumento de peso que manejan los bancos en su roadshow con los potenciales compradores de deuda parte de la cifra creciente de ingresos comerciales que genera el club al margen de los derechos de imagen en televisión y el taquillaje por los acontecimientos deportivos en que participan los distintos equipos y divisiones del Real Madrid. Los ingresos comerciales o de marketing deportiva constituyen cerca del 50% de todo el volumen de negocio y en la temporada pasada se incrementaron en 55 millones de euros hasta alcanzar los 356 millones.

Con este precedente como principal baza negociadora los dos bancos colocadores tratan de asegurar la emisión de bonos con la única garantía colateral de los ingresos futuros del club, tal y como establece el cuaderno de ventas impuesto por Florentino Pérez. En realidad, se trata de una repetición a gran escala del acuerdo alcanzado hace dos años con Providence, el fondo estadounidense que ha aportado 200 millones de euros a cambio de obtener un derecho sobre el 20% de los ingresos comerciales adicionales que pueda obtener el Real Madrid a lo largo de los próximos diez años. De hecho, según los cálculos que maneja el club, el nuevo Estadio Bernabéu generará 150 millones de euros al año.

La única contingencia desfavorable que suponen estas operaciones para el club blanco reside en la posibilidad de que el segmento de negocio derivado de patrocinios y material promocional se desboque a partir de ahora merced a la aparición de nuevas competiciones de carácter internacional en las que están empeñados los más importantes clubes de fútbol en Europa. Dicho en otras palabras, el éxito por venir actúa como el único riesgo potencial, pero en tal caso los dirigentes madridistas estarán encantados de dar la bienvenida a un problema que permitirá engrosar las arcas del club aun a pesar de que una buena parte del pellizco se lo terminen llevando sus nuevos y eventuales socios financieros.

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