Sigue en Rusia

Maxam se atrinchera con 10 millones en activos bajo la vigilancia del Kremlin

La empresa de explosivos señalada por el presidente de Ucrania guarda silencio sobre su futuro en Rusia.  Cuenta con distintas filiales en el país de Vladímir Putin, quien amenaza con expropiar a los 'disidentes'. 

GRAFCAV4349. BILBAO, 06/04/2022.-Planta de Maxam, grupo industrial dedicado a la fabricación y comercialización de explosivos en la localidad vizcaína de Galdakao , guarda silencio y mantiene su web caída más de doce horas después de que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, la citara como una de las empresas españolas que aún tiene actividad en Rusia. EFE/LUIS TEJIDO
Entrada a la planta de Maxam en Galdácano.
EFE

El aviso de Volodímir Zelenski a las empresas españolas ligadas a Rusia hicieron reaccionar a todos los aludidos. Salvo a uno, la firma de explosivos Maxam. A diferencia de Sercobe y Porcelanosa, la compañía española es la única que no se ha pronunciado tras las palabras del presidente ucraniano, lo que ha fijado sobre ella todas las miradas. Tras un mes del estallido del conflicto bélico, su salida de Rusia no se antoja fácil, pues el peso del mercado ruso y las amenazas del Kremlin a las compañías disidentes reduce las posibilidades de que la compañía siga los mismos pasos que otras empresas reconocidas como Inditex, McDonald's o Adidas

De acuerdo a la última información remitida al mercado, la compañía presidida por José Manuel Vargas, expresidente del gestor aeroportuario Aena, cuenta con casi 11 millones de euros en activos fijos (mobiliario y maquinaria, por ejemplo) en Rusia, lo que le lleva a ser uno de sus diez principales mercados en este sentido, aunque a mucha distancia todavía de España (el principal, con 346 millones de euros). Aunque la empresa no desglosa venta por países, sí destaca que Rusia es uno de sus cuatro principales mercados por lo que respecta a las compras (las otras tres son España, Sudáfrica y China). 

Ante esta situación, la salida de Maxam en Rusia es más compleja que la de otras compañías, en las que el país presidido por Vladímir Putin apenas pesa en sus balances. Para más inri, el Kremlin ha amenazado ya con empezar a utilizar las patentes de aquellas compañías y también con expropiar las instalaciones de aquellas empresas que opten por expatriar directivos ante la presión de Europa y Estados Unidos.  

Las palabras del presidente de Ucrania, sin embargo, han puesto a la compañía en el foco. Fundada por Alfred Nobel en 1872 y controlada actualmente por el fondo estadounidense Rhone Capital, Maxam es una de las empresas más importantes en el mundo de los explosivos. En Rusia cuenta con cerca de 250 empleados e instalaciones productivas en hasta siete ciudades: Samara, Kovdor, Kostomuksha, Chapeevsk, Achinks, Eruda y Kiyashaltyr (las tres últimas en Siberia).

Dos décadas en Rusia

Los primeros pasos de Maxam en Rusia se remontan a 2002. La empresa fue creciendo en el país a través de sus distintos servicios, principalmente el suministro de productos de voladura (explosivos civiles y sistemas de iniciación) y los vinculados al sector minero y canteras, según la información recuperable de su página web que permanece inaccesible precisamente desde el estallido de la polémica.

La compañía manifestó su voluntad de crecer en el país en 2015 al calor del sector minero, ya que Rusia contaba entonces con algunas de las reservas minerales más importantes del mundo (el 20% de los diamantes mundiales, el 10% del cobre, el 15% del mineral de hierro y 7.200 toneladas de oro). El entonces presidente de la compañía, José Fernando Sánchez-Junco, afirmó estar convencido de que sus planes en el país beneficiarían "tanto a las mineras rusas como a la consolidación de Maxam como compañía global". 

Hasta entonces, la compañía española ha preferido la vía del silencio al ser preguntada por su continuidad en el país. Un portavoz de Maxam declinó hacer comentarios tras ser contactada por La Información. La postura choca con las de Porcelanosa y Sercobe, quienes sí pusieron en marcha su gabinete de crisis y respondieron a las declaraciones de Zelenski cuando fueron señaladas. El caso más claro fue el de Porcelanosa, que aclaró que su última venta en Rusia tuvo lugar en enero, cuando el conflicto bélico en Ucrania no estaba sobre la mesa. La empresa de Castellón, incluso, se reunió con el embajador de Ucrania en España para reforzar su compromiso con la situación del país invadido.

El Gobierno salió en defensa de todas las empresas señaladas el miércoles y un día después reiteró su apoyo. La encargada de hacerlo fue la Ministra de Industria, Reyes Maroto, quien hizo hincapié en que las tres compañías estaban cumpliendo con las sanciones contra Rusia. Maroto se detuvo para explicar el caso de Maxam, a quien también mostró su apoyó y recalcó que si su filial en Rusia seguía activa era porque es "independiente" de su matriz en España. "No está habiendo ningún tipo de intercambio ni comercial ni financiero entre Maxam España y su filial rusa", aseguró, para más tarde añadir que la firma estaba cumpliendo con la obligación de no exportar productos de doble uso.

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