Mediaset España y Mediaset Spa han aprobado este miércoles en dos juntas de accionistas celebradas de forma casi simultánea en Madrid y Milán la fusión de ambas marcas en la que será Media for Europe (MFE), un nuevo vehículo que tendrá sede en Países Bajos. Pese a ello, en ambas reuniones ha habido una presencia destacada: la de Vivendi, la compañía también propietaria de medios de comunicación en manos de Vincent Bolloré. La francesa se ha opuesto a la fusión y ha anunciado reclamaciones después de que el consejo de Mediaset Spa le impidiera ejercer el voto a su firma Simon Fiduciaria, que tiene el 20% del capital. Tras ello, en la junta celebrada en Madrid, el representante de Vivendi cargaba contra los detalles de la fusión y era contestado desde el consejo de Mediaset España por Javier Díez Polanco, consejero independiente de la compañía y exdirectivo de Prisa.
"Rechazamos todas y cada una de sus manifestaciones que entendemos responden a un interés extrasocial distinto del de Mediaset España", comenzaba diciendo Polanco en respuesta al discurso del representante de Vivendi. La francesa, que cuenta con un 1% de la propietaria de Telecinco, había puesto sobre la mesa sus diferentes reservas al respecto de la fusión en un discurso dividido en diferentes puntos que se podría resumir en una frase: "No obedece a ninguna necesidad empresarial".
Ante esto, Polanco ha cargado contra la francesa defendiendo a Mediaset y a su accionista mayoritario, Berlusconi, pese a tratarse de uno de los consejeros independientes de la firma. La fusión "tiene, en el momento actual, indudables ventajas estratégicas, operativas e industriales, que son beneficiosas para la sociedad y por tanto para el conjunto de sus socios", decía, y pasaba a señalar uno a uno los puntos que el representante de los títulos de la de Bolloré había apuntado. Para ello, Polanco se ha referido en varias ocasiones a la pugna de Vivendi por hacerse con una posición determinante en Mediaset y a su "interés como competidores de bloquear una operación paneuropea".
Uno de los principales puntos en los que se ha centrado el argumento de los franceses ha sido en la ubicación de la sede de la nueva sociedad, Países Bajos. En este sentido, Polanco ha apuntado que esta ubicación es "la sede más idónea y neutral" ante la manifestación de Vivendi de que se trataba de una "redomiciliación solo para acogerse a un sistema jurídico" que beneficia al accionista mayoritario. Para argumentar su respuesta, el consejero independiente de Mediaset España ha puesto sobre la mesa que el hecho de que la firma no tenga actividad industrial en este país, "lejos de ser un inconveniente como ustedes señalan", es justamente lo que justifica la opción adoptada, ya que así se asegura mayor "neutralidad".
Otro de los grandes temas que salieron a relucir en la junta de accionistas de Mediaset España fue la puesta en marcha de un sistema de acciones especiales de voto tras las fusión de ambas compañías. "Tiene como finalidad fomentar el desarrollo y participación continuada y a largo plazo del accionariado, reforzando la estabilidad del grupo", señalaba Polanco, pero esta no es la versión de Vivendi, que apuntaba que se quedará con casi un 70% de la nueva compañía en un dos años.
El nuevo consejo de administración que se forme tras la fusión de ambas compañías estará integrado por catorce miembros, de los que doce serán de Mediaset, dos de ellos de Mediaset España. Con ello tampoco están de acuerdo ni Vivendi ni los accionistas minoritarios. Según Mediaset, el fin de este proyecto es lograr sinergias y ahorros que la propia compañía ha calculado en hasta 110 millones de euros anuales cubriendo seis áreas de actividad y 18 proyectos que han sido comunicados tanto al mercado como a los accionistas. Este ahorro anual, tiene un valor neto presente estimado en torno a 800 millones, según los mismos datos.
Sea como fuere, la operación no ha convencido a Vivendi, que tras abrir una guerra contra Mediaset ha cargado contra la compañía y sus propietarios. "No tengan ustedes ninguna duda que los únicos beneficiados de esta fusión van a ser Fininvest y el señor Berlusconi", ha señalado el representante de los franceses, algo de lo que Polanco se ha defendido apuntando que la reflexión final en la que tachaba la operación de "abusiva" estaba guiada por "fines particulares en claro conflicto empresarial" con la fusión".
El cierre de círculo de Polanco con Mediaset
Javier Díez Polanco, el hoy consejero independiente de Mediaset, llegó a la entidad en diciembre de 2017 en un cierre de círculo de su carrera en las empresas de medios de comunicación. El sobrino del fundador de Prisa, Jesús Polanco, salía de esta compañía en mayo del año 2009 tras más de veinte años en este grupo en el que había sido consejero delegado de Sogecable y responsable del área audiovisual.
Apenas unos meses después, en diciembre de ese mismo año, Prisa -ya sin Javier Díez Polanco- cerraba la venta de Cuatro, hasta entonces en manos de Sogecable a Telecinco. Una operación de más de 1.000 millones de euros además de la adquisición de un 22% de Digital+. Ahora, años después, ha sido el consejero independiente que ha defendido a Mediaset y a Berlusconi de la lucha contra Vivendi y Bolloré.
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