La falta de semiconductores sigue presionando a las compañías automovilísticas, obligando al cierre de muchas de sus fábricas. El último, el fabricante Mercedes-Benz, que pertenece a Daimler. Según medio alemanes, va a interrumpir la próxima semana la producción en Alemania y Hungría ante la incapacidad de continuar con su actividad por la escasez de chips.
En concreto, Daimler ha informado este viernes de que Mercedes-Benz va a parar la producción en las fábricas alemanas de Bremen (norte) y Rastatt (suroeste) y en la húngara Kecskemét, así como en parte de Sindelfingen (suroeste de Alemania).
Mercedes-Benz emplea en Rastatt a unas 6.500 personas y en Kecskemét a 4.700 trabajadores, aunque no ha dado cifras del número de trabajadores que se verán afectados. El paro será total o parcial. Se espera que la producción en Sindelfingen se vea menos afectada ya que Daimler se concentra en proteger la producción de los modelos más rentables, que se producen allí.
Esta semana la marca de la estrella ya había interrumpido la producción en Bremen, donde trabajan más de 12.000 personas, y en parte de la fábrica de Sindelfinger, donde emplea a 25.000 personas.
Los empleados de las tres plantas alemanas de Daimler han estado sujetos a repetidas paradas en los últimos meses, debido a la escasez de semiconductores en toda la industria, lo que también ha obligado a otros fabricantes de automóviles a interrumpir la producción.
El programa Kurzarbeit del gobierno alemán permite a las empresas enviar personal a casa con salario reducido y ha sido ampliamente utilizado durante la pandemia de coronavirus.
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