Movimientos en su sociedad

Nacho Cano inyecta 800.000 euros para levantar su polémico ‘teatro azteca’

El cantante y productor constituye un consejo en la sociedad Malinche The Musical Spain y da entrada al israelí David Hatchwell y el abogado Pablo Alarcón, sus dos grandes socios.

Nacho Cano en una de sus últimas actuaciones
Nacho Cano en una de sus últimas actuaciones
Europa Press

Nacho Cano da forma a la sociedad con la gestionará el polémico teatro azteca en una finca cedida por el Ayuntamiento de Madrid de más de 10.000 metros cuadrados en el barrio de Hortaleza. El músico, productor y ex integrante de Mecano ha inyectado 800.000 euros de capital a la firma y ha constituido un consejo de administración en la que aparecen otros dos consejeros, que son los dos principales socios: el empresario israelí David Hatchwell Altares y el abogado Pablo Alarcón Espinosa. Mientras esto sucede, los vecinos de este terreno se movilizan y ya han recogido casi 20.000 firmas contra el proyecto.

Cano presentó a finales del año pasado las credenciales para lograr la cesión. Un año antes, en diciembre de 2019, ya había puesto en marcha la compañía Malinche the Musical Spain, de la que era el administrador único y que serviría tanto para gestionar el musical que se ofrecería en el teatro como el proyecto de la propia instalación. El capital inicial ascendió a 200.000 euros. Ahora, a las puertas de arrancar la construcción, el empresario inyecta más capital para afrontar las primeras inversiones. En total, según queda reflejado en el Registro Mercantil, ha sumado otros 800.000 euros para alcanzar el millón.

Una parte de este dinero levantado en forma de capital de la sociedad irá destinada, en teoría, al pago del canon anual que deberá poner sobre la mesa para explotar estos terrenos. En total, tal y como confirmó el propio Ayuntamiento, ascenderá a 450.000 euros al año. Hace una semana, el delegado de Desarrollo Urbano del Consistorio confirmó que el músico ya depositó un primer aval de 437.000 euros, al que habría que sumar el citado canon. Posteriormente habrá que abordar también toda la producción del musical, para lo que cuenta con Hatchwell como gran aliado.

El otro gran cambio tiene que ver con la estructura de la empresa. Hasta la fecha, el músico ejercía como administrador único, mientras que el accionista único de la sociedad era Malinche Productions LLC, una firma afincada en Miami (Estados Unidos), donde él reside desde hace años y que serviría para la comercialización a nivel internacional del musical. Este último punto se mantiene invariable, pero sí que se ha creado un consejo de administración completo para incluir a sus dos socios principales que le acompañan en el proyecto.

Uno de ellos es el citado empresario de origen israelí David Hatchwell, que lidera Excem Group -creado por su padre en 1971 con iniciativas en tecnología e inmobiliario-. Fue uno de los grandes cerebros del también controvertido proyecto de Eurovegas, el gran casino impulsado por Sheldon Adelson que finalmente acabó en nada. El otro consejero es Pablo Alarcón Espinosa, abogado ex socio de Gómez-Acebo y amigo de la infancia de Cano. Ambos estarán en un consejo presidido por el propio artista, tal y como refleja el registro. Como apoderado también aparece Alfonso Calvo Pereda, de Calvo y Asociados Gestores.

Esta compañía tiene como objeto social la creación, producción y explotación de obras musical-teatrales y la explotación de derechos de propiedad intelectual. Sobre la construcción de este espacio, que tendría un plazo de unos nueve meses, no se han dado más detalles, aunque desde Más Madrid se apunta al empresario José Luis Cerveró Cárdenas como promotor. En un primer momento, tal y como desveló el diario digital del barrio de Hortaleza, el complejo -a dos kilómetros del recinto ferial de Ifema- iba a estar presidido por una inmensa pirámide azteca que albergaría el teatro, donde tendría lugar la representación de un espectáculo musical dedicado a Hernán Cortés. Se completaría con un aparcamiento de 400 plazas.

Duras críticas

Este planteamiento disparó las críticas, sobre todo porque se trata de una concesión pública municipal por un plazo de cuatro años, periodo en el que estaría en cartel ese musical bajo el nombre Malinche, en honor a la mujer indígena que acompañó al extremeño durante su conquista del imperio azteca. Así, hace un par de semanas, el artista salió al paso y aseguró que se ha replanteado. Insistió en que ese edificio se sustituirá por una carpa provisional y dio sus propios datos de creación de empleo: 165 puestos de trabajo directos y 500 indirectos.

El proyecto liderado por Cano ha generado una enorme controversia. Primero entre la asociación de vecinos del barrio de Hortaleza, que ha reunido casi 20.000 firmas con el objetivo de mostrar su rechazo a la construcción en unos terrenos para los que reivindicaron durante años unInstituto de Formación Profesional. Por otro, entre la oposición del Consistorio, que ha denunciado la falta de transparencia del proceso para lograr la autorización definitiva otorgada por el Ayuntamiento.

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