Volkswagen, Audi, BMW... y ahora también Porsche. El escándalo por la presunta manipulación de las emisiones de gases contaminantes en vehículos diésel golpea también a la filial del fabricante alemán. La Policía y la Fiscalía alemana registraron este miércoles diez edificios en el marco de la investigación abierta contra varios de sus directivos.
Según informó la Fiscalía de Stuttgart en un comunicado, una treintena de miembros de ese organismo y 160 agentes de Policía se han encargado de los registros en los Estados federados de Baden-Württemberg y Baviera.
En el punto de mira de los investigadores hay tres personas sospechosas de "fraude y publicidad ilegal en relación con la manipulación del sistema de control de emisiones de automóviles diésel". Uno de los sospechosos es miembro de la dirección de la empresa, otro es un alto ejecutivo y el tercero ya no trabaja en Porsche en estos momentos.
El escándalo de la manipulación de emisiones de gases contaminantes en vehículos diésel salió a la luz en otoño de 2015, cuando las autoridades estadounidenses denunciaron el trucaje de cientos de miles de vehículos.
Desde entonces se han sucedido las investigaciones de los vehículos y de los fabricantes responsables de la manipulación. La última se produjo el pasado mes de febrero, cuando se realizaron registros en oficinas de la central de Audi de Ingolstadt (sur de Alemania), en la planta de Neckarsulm (suroeste) y en una vivienda particular.
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