Prisa afronta su 'Día D' y la designación de Monzón sin consultar al Gobierno

  • La elección de Javier Monzón como sucesor ha sido exclusivamente empresarial. Botín la puso como condición para acudir a la ampliación de capital.
Javier Monzón, junto a la presidenta del Santander, Ana Botín.
Javier Monzón, junto a la presidenta del Santander, Ana Botín.

Prisa celebra hoy su consejo de administración más importante de los últimos años porque marcará el final de una era, la de Juan Luis Cebrián como primer ejecutivo. La dirección del grupo se reúne para aprobar el nombramiento como sucesor de Javier Monzón, expresidente de Indra y hombre de confianza de Ana Botín, presidenta de Banco Santander. Es un perfil de consenso para los accionistas que integran la editora de 'El País' pero su designación, en cambio y según advierten diversas fuentes conocedoras del proceso, no ha sido consultada con Moncloa.

De hecho, la elección de Monzón ha sido un movimiento exclusivamente empresarial. Sin ir más lejos, su nombre ha sido promovido en primer término por la propia Botín como condición previa para que la entidad (que ahora tiene el 4,1% de Prisa) acuda a la ampliación de capital de 500 millones que también tiene previsto aprobar la editora de 'El País' y  cuya consecución resulta clave para garantizar su supervivencia. 

Más allá de la lógica independencia que las empresas de comunicación tienen respecto a Moncloa, lo cierto es que el sector suele ser siempre sensible a los intereses políticos. La propia vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha ejercido tradicionalmente de nexo con los principales grupo mediáticos. Por ejemplo, acudió en diciembre al último congreso de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), el 'lobby' del sector, presidido por José Luis Sainz, hasta este verano consejero delegado de Prisa.

El relevo de Cebrián en la presidencia podría no ser drástico ni suponer que deje el control total sobre los contenidos del grupo. Una de las opciones que se ha barajado es su continuidad como responsable editorial o como presidente de honor de 'El País'. Cebrián fue director del rotativo durante más de una década, desde su creación en mayo de 1976 hasta noviembre de 1988. Según aseguran las citadas fuentes, el propio Cebrián habría accedido a facilitar el relevo tras la mediación de pesos pesados del PSOE, entre ellos el expresidente Felipe González.

Al margen del papel que mantendrá el actual presidente de Prisa, la llegada de Monzón supone la elección de un directivo de perfil marcadamente empresarial, capaz de generar nuevas expectativas en la compañía. El expresidente de Indra mantiene una relación personal muy estrecha con Santander. Forma parte de su equipo de asesores personales de Botín y, desde 2015, es miembro del consejo de administración del Santander. Un puesto que abandonará para llevar las riendas del grupo de comunicación.

Ampliación de 500 millones

El consejo de hoy también tendrá sobre la mesa la ampliación de capital de 500 millones de euros con la que Prisa quiere dar aire a sus finanzas. Su deuda supera los 1.543 millones de euros, de los que 1.000 millones le vencen el próximo año. Y sus últimos movimientos para reducir ese pasivo no han fructificado. Aún no ha cerrado la venta de su filial portuguesa Media Capital a la francesa Altice por 440 millones. Y tampoco sacó adelante la venta de Santillana por la oposición frontal de la familia Polanco, los fundadores de Prisa que aún mantienen el control sobre el 17% del accionariado.

Los Polanco, al igual que CaixaBank y Telefónica (que tienen el 4,9% y el 13% de Prisa, respectivamente), han dado luz verde al nombramiento de Monzón y, a priori, acudirán a la ampliación. Para esta también se han sondeado otros nombres del panorama empresarial español. El objetivo es garantizar que Prisa se mantiene en manos locales y rebajar el peso de Amber Capital, la firma de inversión que alcanza el 19% del capital.

Para esta inyección de fondos se han barajado nombres como José Manuel Entrecanales (presidente de Acciona), la familia Riberas (que controla el fabricante de componentes de coches, Gestamp) y Jaime Castellanos (presidente del banco Lazard en España y, hasta abril, accionista de Vocento). Sus pasos son una incógnita. En cambio, en sólo unas horas, se confirmarán los primeros movimientos de Prisa sin Cebrián al frente.

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