Telefónica y Deutsche Telekom se dan seis meses más para tratar de alcanzar un acuerdo amistoso en el registro de la ’T’ de la operadora española. El plazo de suspensión del procedimiento abierto en la Oficina Europea de Patentes y Marcas (Euipo) cumplía en unos días. Ambas compañías han solicitado formalmente la ampliación del periodo de negociación, pues este primer periodo no ha sido suficiente para alcanzar un pacto. Las partes acumulan casi tres años de ‘tira y afloja’ en Europa a cuenta de la nueva enseña que la teleco presidida por José María Álvarez-Pallete presentó y lanzó formalmente en el año 2021.
A principios de este año, las empresas suspendieron de mutuo acuerdo el proceso en la Oficina Europea para tratar alcanzar un pacto que permitiera la “coexistencia pacífica” de ambas enseñas. Esta es una posibilidad que está contemplada en la normativa y que se puede alargar durante dos años. En caso de que en ese tiempo no se haya firmado un acuerdo, será el organismo el que tenga que tomar cartas en el asunto y decidir una salida. Para que eso no sucediera, las compañías han solicitado una ampliación del periodo por otros seis meses más.
Ese plazo extra arranca el próximo 20 de julio y concluirá el 21 de enero de 2024, según queda reflejado en las notificaciones enviadas a ambas partes consultadas por La Información. En esas resoluciones se habla de “negociaciones en curso para llegar a una solución amistosa” con la que la nueva marca de Telefónica pueda ser registrada sin problemas. La reducción de usos por parte del proponente de la nueva enseña suele ser una de las salidas más habituales en estos casos. La Euipo insiste que si Telefónica o Deutsche Telekom quisieran reanudar el procedimiento formal, pueden optar por hacerlo de manera unilateral, sin tener el consentimiento de la otra parte.
El otro antecedente claro de dura negociación al margen de la ‘regulador’ de marcas es lo que sucedió con Vivo y el diálogo se puede alargar hasta rozar esos dos años. En septiembre de 2017, el gigante chino fabricante de los móviles Vivo -BBK Electronics- dio la voz de alerta y se opuso al registro por parte de Telefónica de su enseña para operar en Europa. En aquel entonces, la teleco estaba reorganizando sus marcas para contar con una segunda enseña en España -finalmente se eligió O2- y planteó esa firma con la que opera en Brasil. En febrero de 2018 arrancó un proceso de negociación que acabó casi dos ejercicios después con la venta de la firma fuera de Brasil al ‘Warren Buffet chino’.
En el caso de la ’T’ se trata de algo más especial. Telefónica decidió en el marco de la junta general de accionistas de 2021 poner sobre la mesa un rediseño de su logotipo, haciendo un cierto viaje al pasado recuperando la forma de la letra inicial que se planteó en los años 80 bajo la presidencia de Solana. Con un trabajo en el que participaron firmas como WPP, buscaban “retomar la imagen de Telefónica para modernizarla y proyectarla a futuro”. “Esta nueva identidad refleja una nueva Telefónica preparada para los próximos 100 años”, afirmaba Álvarez-Pallete.
Los primeros seis meses que se cumplían a finales de julio no han sido suficientes para alcanzar un acuerdo entre las partes
En la pugna vivida en 2021 y 2022, Deutsche planteó la batalla legal al entender que había similitudes claras con su logotipo que es también el de una ’T’. Los germanos son especialmente beligerantes con todas las marcas que sean más o menos parecidas a la suya y han tenido durante los últimos años numerosas pugnas a cuenta de esto. En esta ocasión, defendió que las “diferencias visuales son claramente inadecuadas para crear suficiente distancia”. Esto fue rebatido claramente por los españoles, que insistían en que no existe ese conflicto y recordó que existen numerosas firmas con forma de ’T’ -otras operadoras de telecomunicaciones o el fabricante de coches Tesla-.
Dos gigantes
Telefónica y Deutsche Telekom son dos de las principales operadoras de telecomunicaciones de Europa por tamaño y también por su historia. Ambas ejercen como antiguos monopolios de España y Alemania -donde ejercen su liderazgo-, aunque los tamaños de los grupos difieren, pues los alemanes cuentan con una pata de su negocio en Estados Unidos. La realidad es que el único mercado en el que se tienen que ver las caras de manera directa es la propia Alemania, donde la española opera con su enseña O2 y ejerce como tercero en liza tras Vodafone.
Ahora deben llegar a un acuerdo antes de que tome cartas en el asunto la Euipo. En el último año, más allá de la ’T’, la española ha registrado también Ecosmart, el sello que la operadora lanzó en 2020 para identificar el impacto medioambiental positivo de sus productos y servicios para empresas. También ha hecho lo propio con Kernel, el nuevo nombre a lo que en su momento se vino a denominar la ‘cuarta plataforma’. Sigue bajo análisis de la oficina europea una propuesta que se envío el mes pasado: Telefónica TrustOS. Éste es un sistema operativo que se puso en marcha inicialmente en el año 2019 y que sirve para facilitar el desarrollo de aplicaciones en la cadena de bloques (blockchain).
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