Publica dos recomendaciones

Fomento alerta a los maquinistas: ojo con utilizar el móvil y el 'piloto automático'

  • La AESF pide "precaución" con los "dispositivos electrónicos" y advierte de "pérdida de atención" en el uso de sistemas de velocidad prefijada.
Fotografía maquinista de Renfe en la cabina / EFE
Fotografía maquinista de Renfe en la cabina / EFE

La Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF), una agencia que depende del Ministerio de Transportes, Agenda Urbana y Movilidad, ha lanzado dos recomendaciones técnicas a los maquinistas plasmadas en dos documentos que han pasado inadvertidos estos días. La primera afecta al "uso de dispositivos electrónicos" y fue publicada el 10 de enero; la segunda salió el 10 de marzo, la víspera del decreto sobre el estado de alarma por pandemia de coronavirus, y habla del "uso de dispositivos de velocidad prefijada", el 'piloto automático' en trenes.

En ambos documentos se habla de "riesgos asociados" al mal uso y  los dos son recomendaciones orientativas que no "sustituyen a la normativa a la que hace referencia, ni exime de la responsabilidad del cumplimiento de esta normativa a las diferentes entidades ferroviarias y a su personal", puede leerse en ambas. La primera recomendación se refiere a la sustitución de documentos impresos por "dispositivos móviles": "La incorporación de teléfonos inteligentes o tabletas dentro de la dotación de los maquinistas es ya algo habitual".

"Siempre y cuando su utilización se atenga a las normas establecidas para evitar que su empleo pueda ser una distracción", se matiza acto seguido. La principal razón del accidente de Angrois en julio de 2013, independientemente de otras posibles culpabilidades que concluya el magistrado cuando se celebre el juicio, fue la distracción del maquinista al hablar por su teléfono móvil personal cuando tenía que reducir drásticamente la velocidad a la salida de un túnel, antes de la curva.

"Dificultades para encontrar documentos"

La AESF habla de "grandes ventajas" en su uso, ya que el móvil o la tablet permite concentrar en un aparato electrónico la, por ejemplo, información sobre la ruta. El texto dice que los móviles "facilitan ciertos procesos como la distribución de documentación reglamentaria o la comunicación con el centro de gestión". "Sin embargo", apunta la agencia, "para que su uso sea realmente efectivo, hay que tomar algunas precauciones". Y es que "la AESF ha observado algunos desajustes puntuales en el empleo de estos dispositivos", advierte el documento. Es el caso del "personal con dificultades para encontrar los documentos con celeridad o que no conocía qué documentación tenía a su disposición dentro de su dispositivo".

La Agencia de la Seguridad Ferroviaria emite cuatro indicaciones al respecto: la primera, "entrenamiento" a fin de que los maquinistas "puedan responder de manera ágil a una necesidad de buscar o consultar alguno de los documentos incorporados en la memoria de su dispositivo"; segundo, que la empresa que tenga en nómina al maquinista constate que éste se desenvuelve con el aparato ("es necesario que las actividades de vigilancia que llevan a cabo las empresas ferroviarias incluyan la comprobación de que el personal sabe emplear los dispositivos de manera eficaz").

Tercero, que se distribuya la documentación técnica adecuada "para evitar generar una sobreabundancia de información superflua que, a la hora de la verdad, genere confusiones o dificulte encontrar la realmente aplicable"; y cuarto, un tamaño suficiente de las pantallas "y en lo posible, similar al que pudieran tener los documentos impresos en papel" para facilitar su lectura (lo que da prioridad a las tabletas). En este cuarto punto se incluyen también "medidas mitigadoras como incluir en la dotación baterías portátiles" para evitar que el dispositivo se apague. 

Accidente de Barcelona de 2017

El segundo informe versa sobre la "velocidad prefijada" y arranca citando el "informe de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) sobre el incidente nº 0035/2017, ocurrido el 28/07/2017 en la estación de França (Barcelona)". Aunque no viene escrito en ninguna parte, aquel siniestro (en el que un tren de Rodalíes no frenó 'tragándose' la topera de la emblemática estación barcelonesa) está relacionado con esta herramienta. La AESF pide que no se la llame "conducción automática". 

Tras recordar que estos dispositivos para prefijar velocidad "son de gran utilidad en determinados entornos operativos o momentos de la conducción", en el segundo párrafo se precisa "sin embargo" que "el empleo de dichos automatismos de ayuda a la conducción de manera inadecuada también puede suponer una serie de riesgos importantes asociados".

Colisiones, excesos de velocidad

"Su uso incorrecto", señala la AESF, "puede llevar, incluso, a provocar el efecto contrario, favoreciendo la pérdida de atención en determinadas situaciones, lo que puede provocar colisiones, excesos de velocidad en determinados tramos, rebases indebidos de señales o roturas de ganchos de tracción, entre otros accidentes o incidentes". Y todo ello "sin olvidar el adecuado control de las aceleraciones y deceleraciones que requieren determinados servicios como el tráfico de cercanias".

Más grave es el párrafo siguiente: "Esto ha quedado en evidencia en diversos sucesos acaecidos en los últimos meses en los que el empleo indebido de la velocidad prefijada ha estado presente como factor coadyuvante". La AESF no cita los casos pero recuerda que "el abuso en el uso de la velocidad prefijada de forma continuada puede llegar a generar una disminución de la pericia por parte del personal de conducción".

Las recomendaciones son prácticamente calcadas a las emitidas con el uso de dispositivos móviles. La primera propone de formar (entrenar) en el uso de este sistema, la segunda plantea más vigilancia por parte de la empresa y la tercera, en cambio, introduce una novedad: establecer un procedimiento sobre el uso de dispositivos de velocidad prefijada

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