Guerra de precios

Vodafone aprieta en prepago y en el low cost de Lowi ante la fusión de sus rivales

Intensifica la batalla comercial, con más descuentos y mejoras de ofertas. Tras la integración de Orange y Másmóvil quedará como tercer operador, muy lejos del segundo y con la opción de ser más agresivo.

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Vodafone aprieta en el 'low cost'.
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Vodafone aprieta más en la batalla comercial de las telecomunicaciones en España, mientras Orange y Másmóvil mantienen conversaciones exclusivas para cerrar su fusión a través de 'joint venture' al 50%. La operadora británica mete más presión con mejoras en las tarifas de prepago y en las convergentes de Lowi, dos productos esencialmente ubicados en el segmento del 'bajo coste'. A esto se suman los significativos descuentos en su enseña principal. Después de quedarse fuera de la unión con el cuarto operador, el grupo se conformaría con el tercero puesto lejos en ventas a los dos primeros pero con mayor capacidad para ser más agresivo.

La compañía dirigida en España por Colman Deegan sigue 'mimando' su oferta low cost ante la fuerte competencia en este terreno contra las segundas marcas de sus grandes rivales y los OMV como la propia Digi. Con ese objetivo ha mantenido intactos los precios de Lowi, pese a que ha incrementado la velocidad de la fibra de sus paquetes convergentes y ha subido también de manera importante los paquetes de datos. Este tipo de subidas tienen un coste más o menos limitado -no existe un crecimiento exponencial y rápido del tráfico móvil-, pero es un arma para salir mejor en la 'fotografía' respecto a la competencia.

Este movimiento no es ni mucho menos baladí. Lowi se ha convertido en uno de los grandes vectores de crecimiento de Vodafone que, frente al resto de competidores, sólo tiene dos enseñas dentro de su portfolio de marcas. La firma cerró el último trimestre del año pasado con 83.000 nuevos clientes móviles de contrato hasta alcanzar los 1,4 millones. Este buen comportamiento de un producto con un margen mucho más estrecho no pudo compensar la caída en la base de clientes globales de más de 53.000 líneas en ese periodo, según sus propios datos.

De esta forma tratan de responder los británicos no sólo a la propia Digi, que tiene una tarifa prácticamente idéntica de fibra y móvil por el mismo precio, sino también a Simyo (Orange) y Másmóvil. En el caso de ésta última, Vodafone se sitúa simbólicamente por debajo en precio. Esto ha llevado a que en estos productos de menor valor, con una fidelidad de los clientes muchísimo más baja, se haya convertido en un estándar que la fibra de 300 'megas' -una velocidad significativa para el uso residencial habitual- con una línea móvil con gigas ilimitados o al menos con paquetes amplios de datos por apenas 30 euros al mes

El movimiento en Lowi no es el único que lleva a cabo la operadora dentro del segmento del 'low cost'. Uno de los productos más relacionados con ello es el prepago. Pese a que en los últimos años se ha ido reduciendo su uso, enfocándose en población más joven y en inmigrantes, Vodafone busca incrementar la presión con más gigas en todos los paquetes que son efectivos desde la pasada semana tanto para clientes nuevos como para los existentes -habitualmente en las operadoras las nuevas ofertas son sólo para los que llegan en portabilidad desde otra compañía-. La propia Másmóvil hizo hace justo dos años un esfuerzo importante para ganar presencia en este segmento al adquirir por 372 millones Lycamobile.

Esta presión en el low cost no es excepcional. Mantiene un pulso importante también en la marca principal. Vodafone ha planteado incluso descuentos de prácticamente el 50% en un periodo de hasta un año, cuando hace unos meses apenas se superaban los seis meses entre los grandes competidores del sector. Ahora, la rebaja es por el mismo periodo pero del 37%. Al menos en las ofertas públicas, Orange es menos agresivo, con ese 50% pero durante apenas dos meses. Movistar ha lanzado en estos días a sus clientes ofertas durante cuatro meses de apenas el 30% para uno de sus paquetes más 'humildes'.

La temperatura comercial en el sector continúa especialmente alta a la espera de los efectos que pueda tener en los precios la fusión que hoy negocian los equipos financieros de Orange y Másmóvil. Si no hay grandes compensaciones exigidas por el regulador sí que podrían incrementarse.  Vodafone se ha quedado fuera de este 'baile', después de que las conversaciones que mantenía en paralelo a las de Orange no fructificaran por las diferencias en algunos de los términos de un potencial acuerdo. En caso de que la unión de sus dos rivales llegue a buen puerto -aún quedan varios meses de negociación y más de un año de estudio en Bruselas- se mantendrá como tercero, al igual que ahora, pero sin nadie por detrás presionando, pues Digi está aún muy lejos aunque creciendo a un buen ritmo por su propuesta de bajo coste, y muy lejos de la fusionada.

Esa tierra de nadie le convierte en una suerte de 'challenger' que tiene la oportunidad de ser más agresivo. No le quedan muchas oportunidades de compras, más allá de tocar la puerta de Digi -que ya ha sido sobrevolada en el pasado por otros rivales- lo que implicaría una potencial adquisición a precio elevado de una cartera de clientes con una infraestructura propia de fibra muy pequeña. Eso sí, ante la decisión de Nick Read en Londres de no ceder a varias de las condiciones frente a Másmóvil trasladará la presión sobre la consolidación a otros mercados potentes para la operadora como Reino Unido o Italia. En la segunda ya rechazó una primera oferta por 11.250 millones de la francesa Iliad, cuarto operador en ese mercado.

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