Vodafone pone al negocio español bajo examen. La operadora de telecomunicaciones asegura que ha iniciado una "revisión estratégica" de la división local, para tratar de rentabilizar más sus operaciones después de varios años de dificultades. No se descarta ninguna posibilidad, por lo que se deduce que la venta total también estaría sobre la mesa. Pese a todo, el grupo ha cerrado el trimestre hasta marzo con una caída en ventas, pero sensiblemente menor a la registrada en el trimestre navideño. El ejercicio fiscal completo, que terminó el pasado 31 de marzo, lo cierra con un descenso del volumen de negocio del 6,5%. La rentabilidad se ha mantenido más estable tras los ajustes.
El grupo asegura en la presentación que aportará a los analistas que el negocio español está "bajo revisión estratégica". Lo incluye dentro del plan de acción de la nueva consejera delegada, Margherita Della Valle, quien insiste en que se concentrará la inversión en los mercados en los que la rentabilidad sea mayor. En este sentido, recuerda que España se sitúa en un análisis sobre oportunidades.
Este proceso de revisión estratégica está estructurado y sirve para identificar "nuevas oportunidades de creación de valor y crecimiento", mejorando el rendimiento de los activos existentes o aprovechando otras oportunidades de negocio. La llegada del nuevo consejero delegado, Mario Vaz, que proviene de la filial portuguesa, se enmarca en este movimiento. Desde hace meses, la compañía busca una alternativa para su red fija, con la posibilidad de la entrada de un socio o la venta total del activo. Para eso se contrató al asesor Evercore.
Debido a que no se descarta en ningún momento ninguna alternativa, se deduce que se estaría dispuesto a la venta total de la filial. Hay que tener en cuenta que la agencia de noticias Bloomberg aseguró hace unas semanas que la compañía había recibido el interés de varios fondos de inversión internacionales con una valoración de unos 4.000 millones de dólares, muy por debajo de los más de 6.000 millones de euros que se valoraron en la anterior negociación con Másmóvil.
A nivel global, la compañía ha anunciado un plan de salidas con más de 11.000 despidos en Europa, tanto en la división corporativa con sede en Londres como en los diferentes mercados. Se ejecutará durante los próximos tres años. No ha asegurado cuál es el reparto, pero es previsible que afecte también a España. Las primeras afectadas son el propio corporativo, Alemania e Italia.
La compañía confirma una mejora en el comportamiento del negocio en España durante el trimestre entre enero y marzo de este año, que es el último de su ejercicio fiscal. En concreto, los ingresos se redujeron un 3,7% frente al 8,7% del trimestre entre octubre y diciembre. En total, durante todo el año las ventas se han situado en los 3.900 millones de euros, lo que supone un descenso total del 6,5%. Si sólo se contabiliza el volumen de negocio por servicios 'tradicionales' de conectividad (lo que se conoce como 'ingresos por servicio'), el descenso es del 5,4%.
Anuncia un plan con 11.000 despidos en tres años que impactará a Europa, incluida España, aunque los primeros afectados serán Alemania e Italia
Estos números se alcanzan en un "altamente competitivo" segmento de bajo coste, según asegura la compañía. La mejora en los ingresos viene precedida por la vinculación de las tarifas a la inflación (IPC), algo que se anunció tras el verano pero entró en vigor a finales del mes de enero. A esto se suma una "mayor demanda comercial" de servicios digitales.
En cuanto a rentabilidad, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se ha logrado estabilizar, con un ligero descenso del 1,1% que incluye 6,7 puntos porcentuales de los beneficios fiscales tras la devolución lograda por el Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Si se excluyen esos aspectos, el Ebitda disminuyó debido al descenso de los ingresos por servicio, "parcialmente compensado por el programa continuo de eficiencia en costes".
El rendimiento
Desde el grupo se hace un análisis del rendimiento específico de cada una de las unidades de negocio. En el caso de España asegura que esa caída del 5,4% en los ingresos por servicio implica que España, al igual que Italia o Rumanía, se sitúa por debajo de lo que se conoce por las siglas en inglés WACC, es decir el coste medio ponderado del capital. Esta medida refleja cuál sería el riesgo real para la inversión en unos activos. Reino Unido también se sitúa en esa coyuntura pese al crecimiento del 5,6% de las ventas.
Desde el punto de vista operativo, la base de clientes de móvil ha descendido en 36.000 líneas hasta el mes de marzo. Durante el ejercicio fiscal se produjeron 123.000 desconexiones de tarjetas SIM temporales de empresas proporcionadas a escuelas y universidades durante la pandemia. En banda ancha fija hubo una reducción de 121.000 y en televisión se dejaron 56.000. En cuanto a IoT, cuenta con 5 millones de líneas activas, lo que supone un 40% de cuota de mercado en el país. Sobre cobertura, asegura que mantiene el objetivo de alcanzar al 65% de la población y un total de 2.000 municipios a finales de este año.
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