España no es país para pseudoterapias: el 73% de los ciudadanos no cree en ellas

  • Los españoles, que están entre los que menos visitan al psiquiatra, consideran mayor problema el estrés que las enfermedades mentales.
Carcedo y Duque
Carcedo y Duque
Efe

Las terapias alternativas, pseudoterapias o pseudociencias se han convertido, prácticamente desde el momento en el que Pedro Sánchez desembarcó en Moncloa, en un enemigo a batir por parte de los ministerios de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y el de Ciencia, Innovación y Universidades, que lideran respectivamente María Luisa Carcedo y Pedro Duque. Los departamentos defienden, avalados por diversos estudios, que una buena parte no tiene base científica, que en algunos casos son estafas encubiertas o "sacacuartos" y que existe un riesgo importante para la salud de los paciente que se entregan a estas prácticas tras abandonar el tratamiento clínico convencional.

El Gobierno ya ha incluido en una 'lista negra' 73 de estas técnicas, no demasiado conocidas y muchas extravagantes y sin avales científicos, aunque otro medio centenar se podrían incorporarse en breve al catálogo, que ya incluye hipnosis ericksoniana, masaje tibetano y californiano, lama-fera, la medicina de los mapuches, terapias florales, ángeles de Atlantis, la sofronización o la pranoterapia, entre otras, y que de momento deja fuera a la tradicional acupuntura.

Según los datos que maneja Sanidad, un 26% de los ciudadanos han abandonado los tratamientos médicos convencionales y se ha pasado a las pseudoterapias, en la mayoría de los casos tras los consejos de un familiar o conocido o tras consultar internet. Carcedo reconoció recientemente que las terapias alternativas sin ninguna evidencia científica -"algunas son agua con azúcar"- pueden restar efectividad a los tratamientos médicos e incluso "aumentar el riesgo de muerte".

Sobre el debate encendido del uso de estas técnicas, que se convierten a veces en ilegales y clandestinas, y que sin controles pueden convertirse en estafas masivas o conducir a la muerte, la postura de los españoles parece estar en la línea defendida por la ministra Carcedo, ya que solo un 3% admite recibir de forma habitual estos tratamientos, mientras que un 73% reconoce no haberlo hecho nunca. Solo Japón y Serbia son más escépticos que los españoles con estos procedimientos, según la 'Visión global sobre la atención médica 2018' elaborada por Ipsos Global Advisor.

La macroencuesta, realizada entre casi 21.000 personas de 27 países, destaca la nula frecuencia en la que los españoles acuden a la consulta de psiquiatras o psicólogos -el 71% no lo ha hecho nunca-, lo que sitúa a nuestro país en la cola de la tabla, en la que Japón y Francia ocupan los últimos lugares. Apenas cinco de cada cien españoles reconocen ir con frecuencia -tres o más veces al año- a estas consultas. Mientras, que la salud mental es el tercer mayor problema de salud para la media de los encuestados en todo el mundo, en España ese lugar lo ocupa el estrés.

Así ven el sistema de salud los españoles

El sondeo también recoge la opinión de los ciudadanos sobre el sistema sanitario de su país. La principal crítica de los españoles tiene que ver con las largas lista de espera y la escasez de personal. En el primer caso, más de la mitad considera que son excesivos los tiempos de acceso a los tratamientos, mientras que siete de cada diez consideran limitado el staff de médicos y enfermeros. Mucho más positiva es la opinión sobre el coste de los tratamientos, que solo el 15% considera excesivos; sobre la burocracia, que es considerado un problema por el 23%; la falta de inversión en salud preventiva, que solo el 30% considera escasa; o el tratamiento, que solo es considerado malo por el 5%

El estudio sitúa a los españoles en los primeros puestos del ranking mundial en cuanto a la frecuencia con la que visitan a sus doctores de medicina general y, de hecho, un 82% declara que realiza al menos una consulta al año. Sólo los belgas, con un 89%, y los polacos, con un 83%, superan a los españoles. La salud siempre ocupa el primer puesto en cuanto a prioridades a nivel mundial, y en concreto en España, lo que más preocupa en este aspecto es el cáncer, la obesidad y el estrés.

Mostrar comentarios