MADRID. ECOLOGISTAS EN ACCIÓN DENUNCIA QUE LA OBRA DE LA CALLE 30 FUE “ILEGAL” Y PROVOCÓ MUERTES DE OBREROS

El coordinador de Ecologistas en Acción Francisco Segura Castro, primer compareciente de la Comisión municipal de Investigación sobre la obra de la Calle 30, calificó abiertamente de “ilegal” esta intervención, puesto que no se encargó ningún estudio de impacto ambiental, y además atribuyó a la “presión” sobre los albañiles para acabarla antes de 2011, la muerte de “cinco o seis” de ellos.
Segura explicó que en 2005, antes de que empezaran las obras, su organización presentó un recurso contencioso administrativo porque “se sabía desde el primer momento que era ilegal”, al no someterla a evaluación del impacto ambiental, con la “estrategia del salchichón” de dividirlas en tramos menores de 5 kilómetros. Además, se afectaba las terrazas del Manzanares, que son un yacimiento paleontológico. Tras consulta al Tribunal de Justicia Europeo, el juez y luego el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, ya en 2011, fallaron a su favor, cuando ya habían concluido las obras.
Segura criticó además que el Gobierno municipal de Alberto Ruiz-Gallardón pretendiera que por llamar calle a la M-30 ésta dejara de ser una autovía, que se lanzara el mensaje a la ciudadanía de que iba a ser más fácil circular en coche.
Alertó del riesgo de que un día suceda un accidente en puntos donde se superponen a distintas alturas hasta 14 carriles, y denunció el aceleramiento de las obras para inaugurar la nueva Calle 30 antes de las elecciones de 2011, con el consiguiente sobrecoste, la “tortura” a los vecinos que no podían abrir las ventanas o salir de casa si tenían problemas de movilidad, y la “presión” a los obreros, que aseguró que provocó el fallecimiento de “cinco o seis”.
Tachó de “apaño” las evaluaciones medioambientales a posteriori que autorizó la Comisión Europea, cuando los informes que pidió Ecologistas en Acción al Ayuntamiento no dieron resultado por supuestas averías de las estaciones medidoras; criticó que se encargaran informes a la Universidad Politécnica, que tenía contratos en la propia obra, y concluyó que la reforma de la Calle 30 no ha cumplido sus promesas: no ha reducido los atascos, y tampoco ha mejorado la calidad del aire, y sólo ha mejorado el ruido en la zona a costa de trasladarlo a otras.
El portavoz de Ciudadnos, Miguel Ángel Redondo, hizo preguntas asépticas, mientras que la del PSOE, Mercedes González, y el de Ahora Madrid, el delegado de Economía y Hacienda Carlos Sánchez Mato, deslizaron comentarios en favor del compareciente. Sánchez Mato se quejó además de no haber conseguido información de las emisiones a través de los respiradores, filtros o chimeneas de los túneles.
En cambio, desde el PP, Álvaro González preguntó a Segura si cree que la obra en conjunto ha sido perjudicial o beneficiosa para Madrid, para el tráfico, para el número de accidentes, que han descendido, y para los vecinos de Madrid Río, como podría sugerir la mejora electoral del PP en 2011; si prefería que se hubiera tardado más tiempo en hacer la obra y si hubiera preferido un bulevar con semáforos como la Avenida de la Ilustración, tal y como sugería el PSOE de Trinidad Jiménez.
El compareciente contestó que es perjudicial, que no ha mejorado el tráfico y que en cualquier caso celebrar la fluidez del tráfico es “obsoleto”, pero tuvo que conceder que los ciudadanos pueden ahora disfrutar de las zonas verdes de Madrid Río y que él, no es que la hubiera prolongado más, sino que no habría hecho la obra, porque los ciudadanos que cogen el coche “tienen todo el derecho del mundo si su actividad es inocua”, pero no lo es, concluyó.

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