EEUU: aspirantes a la caza de los últimos votos antes de nuevo supermartes

Los aspirantes a la Casa Blanca dedicaban todas sus fuerzas este lunes a la captura de los últimos votos disponibles antes del segundo supermartes de las primarias estadounidenses, que tendrá jornadas decisivas en Florida y Ohio.

Entre los republicanos, el martes representa una jornada de vida o muerte para las ilusiones de Marco Rubio, senador por Florida, y John Kasich, gobernador de Ohio.

El mismo día se realizarán también primarias de los dos partidos en Illinois, Misuri y Carolina del Norte, pero los duelos de Florida y Ohio son los que acaparan la atención.

Una victoria del millonario Donald Trump en Florida -como apuntan sin excepción los sondeos divulgados en la última semana- sellaría la suerte de Rubio, quien en ese caso podría inclusive ser presionado para arrojar la esponja.

En tanto, Kasich también depende de una victoria en el Estado del que es gobernador, donde los sondeos muestran una disputa muy equilibrada con Trump.

Una victoria de Kasich en Ohio podría ponerlo nuevamente en la disputa, en especial si Rubio queda a un costado del camino. Este lunes, el excandidato presidencial Mitt Romney pronunció un discurso durante un acto en apoyo a Kasich, y fue ovacionado.

Al hablar en un acto público durante el fin de semana, Trump aseguró que si el martes resulta vencedor en Florida y Ohio "el partido estará liquidado" en la disputa interna. Sondeos señalan su victoria en Florida, Illinois, Misuri y Carolina del Norte.

Sin embargo, un eventual triunfo del moderado Kasich en Ohio sería también una última oportunidad a los esfuerzos del Partido Republicano de hacer descarrilar el tren de Trump para impulsar las aspiraciones del gobernador.

Entre los republicanos, los estados en disputa otorgan todos los delegados al vencedor, en vez de una distribución proporcional entre los candidatos, y por ello Rubio y Kasich están ante una encrucijada.

Este lunes, todos los candidatos recorrían los estados donde se harían elecciones primarias y realizaban actos públicos para capturar los últimos indecisos, en medio de una áspera polémica por los episodios de violencia en los discursos de Trump.

El polémico candidato había tenido que cancelar a última hora un acto público el jueves ante una erupción de violencia entre electores que protestaban por sus propuestas y enfurecidos seguidores del millonario republicano.

Este lunes, Trump canceló también un acto previsto para Florida y en cambio decidió tener contactos políticos en Ohio.

Durante todo el fin de semana Trump y su campaña se vieron envueltos en confusas situaciones por episodios de violencia.

En uno de ellos, durante un acto público el sábado en Ohio, un joven trató de subir al escenario aunque fue contenido por agentes del Servicio Secreto mientras Trump era retirado de urgencia.

Posteriormente, Trump aseguró que el joven era un militante relacionado al grupo radical Estado Islámico, versión rápidamente descartada por las autoridades como una farsa pero mantenida por el comité de campaña.

El joven, identificado posteriormente como el estudiante universitario Thomas DiMassimo, dijo a la prensa que ni siquiera es musulmán, y que su gesto fue motivado en rechazo al "racismo" predicado por Trump en sus discursos.

"Trump es un abusador, nada más que eso", dijo DiMassimo, quien fue acusado de "provocar desorden en un acto público" y dejado en libertad, aunque Trump afirmó este lunes que su versión sobre la relación con el Estado Islámico tenía base en informaciones que consiguió en la red Internet.

En tanto, entre los demócratas, el senador Bernie Sanders y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton realizaban actos públicos para convencer a los últimos indecisos.

Sanders realizó un acto en Ohio donde dijo que Trump era un "mentiroso patológico".

Trump había dicho el fin de semana que los hechos de violencia en sus actos de campaña eran provocados por militantes de Sanders, y amenazó con mandar sus propios activistas a provocar desórdenes en los mitines del aspirante demócrata.

Por su parte, Clinton dedicó el lunes a contactos políticos y con electores en Florida, donde según sondeos de la Universidad Quinnipiac tiene una ventaja de unos cinco puntos porcentuales sobre Sanders.

Durante una reunión pública con electores en la noche del domingo, Clinton dijo que Trump estaba "traficando odio y miedo", y clasificó al polémico millonario como un "incendiario político".

Clinton es considerada franca favorita para obtener la nominación demócrata, y en este segundo supermartes podría mantener o incluso ampliar su ventaja con relación a Sanders, según todos los sondeos.

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