"Al igual que en el arresto anterior de destacados defensores de los Derechos Humanos, periodistas, académicos y activistas, subrayamos la importancia de respetar el debido proceso y los derechos individuales, tal y como contempla la Constitución turca y en línea con los compromisos internacionales del país", ha dicho la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
"Como hemos expresado en numerosas ocasiones, las limitaciones persistentes a la libertad de expresión erosionan los pilares de una sociedad democrática. Más voces, y no menos, son necesarias en momentos difíciles", ha remachado en su comunicado.
La redada tuvo lugar el miércoles, cuando los activistas --entre ellos dos extranjeros: un alemán y un sueco-- estaban reunidos en un hotel de la isla de Buyukada, al sur de Estambul, sin que aún se sepan los motivos que han propiciado estas detenciones.
Amnistía Internacional ha tildado lo ocurrido de "grotesco abuso de poder", resaltando que "subraya la precaria situación a la que se enfrentan los defensores de los Derechos Humanos en el país". Asimismo, ha reclamado la "liberación inmediata e incondicional" de Eser y los demás arrestados.
La ONG ha aprovechado para hacer un llamamiento a los líderes internacionales reunidos en la ciudad alemana de Hamburgo para la cumbre del G20.
"Han sido demasiado tolerantes con el colapso de los Derechos Humanos en Turquía (...) Este es un buen momento para hablar claro y pedir la liberación de todos los activistas encarcelados", ha reclamado.
El Gobierno turco ha detenido a decenas de miles de personas, entre funcionarios, periodistas, profesores y activistas, desde el fallido golpe de Estado del 15 de julio de 2016.
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