Fuerzas iraquíes progresan hacia Mosul y Kirkuk

Las fuerzas iraquíes progresaron este domingo Mosul a pesar de los francotiradores y los coches bomba, mientras que intentaban sofocar los ataques yihadistas en Kirkuk y otras zonas del país.

Las fuerzas kurdas anunciaron avances en Bashiqa, al noreste de Mosul, donde unos 10.000 combatientes participaban en el asalto de la ciudad, aún en manos del grupo Estado Islámico (EI).

Ese avance contó con la colaboración de la artillería turca, según Ankara.

Los 'peshmerga' kurdos, etnia que sostiene un duro enfrentamiento en la región con Ankara, "pidieron ayuda a nuestros soldados de la base de Bashiqa. Les estamos proporcionando apoyo con artillería, tanques y obuses", aseguró en la televisión turca el primer ministro de dicho país, Binali Yildirim.

La operación coincidió con la visita del secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, a la región autónoma del Kurdistán iraquí para apoyar esta ofensiva, que la coalición liderada por Estados Unidos respalda con apoyo aéreo y terrestre.

Carter aseguró que el siguiente objetivo de su país es aislar la gran capital del 'califato' yihadista del EI en Raqa, la ciudad del norte de Siria.

Para ello, dijo Carter, "estamos trabajando con nuestros socios ahí (en Siria)", para que ambas operaciones, la reconquista de Mosul y la de Raqa, sean "simultáneas".

Lanzado el pasado lunes, el asalto iraquí con apoyo internacional contra Mosul busca recuperar la última gran ciudad y bastión simbólico en ese país del EI.

Los yihadistas respondieron el viernes con un asalto sorpresa a la ciudad de Kirkuk, controlada por los kurdos, y dos días después las fuerzas de seguridad seguían enfrentándose a los combatientes implicados en el ataque.

Decenas de atacantes, incluyendo varios kamikazes, no consiguieron apoderarse de los edificios gubernamentales clave pero sembraron el caos en Kirkuk, una ciudad multiétnica y rica en petróleo.

Al menos 51 yihadistas fueron abatidos, incluyendo otros tres más este domingo, según fuentes de seguridad.

Los choques esporádicos continuaban el domingo, informó un oficial de seguridad, mientras las fuerzas rodeaban a los yihadistas en el distrito de Nidaa, en Kirkuk.

Al menos 46 personas, la mayoría miembros de las fuerzas de seguridad, murieron en el asalto.

En otro frente, las fuerzas de élite trataban de retomar el control de Qaraqosh, ubicada al este de Mosul, que era la ciudad cristiana más grande de Irak.

El tráfico de heridos es incesante cerca de Mosul, pudo presenciar la AFP.

El director de un hospital en la localidad de Erbil, en manos de los kurdos, explicó a la AFP que habían recibido a más de 100 heridos 'pershmerga'.

Por otro lado, los yihadistas del EI también atacaron Rutba, un pueblo remoto cercano a la frontera con Jordania, en la provincia de Anbar (oeste) con cinco coches bomba, informó el ejército en un comunicado.

Los atacantes se hicieron con el control de la oficina del alcalde durante un breve lapso de tiempo, pero las fuerzas de seguridad consiguieron recuperar el control rápidamente, agregaba el texto.

El ejército estadounidense cree que el EI cuenta con entre 3.000 y 5.000 combatientes dentro de Mosul y entre 1.000 y 2.000 en los alrededores.

Un funcionario del gobierno francés señaló a la AFP que la incursión en Mosul, que aún podría demorarse un mes, podría marcar el inicio de una fase de duras batallas callejeras con el EI.

Se calcula que 1,2 millones de personas viven en la ciudad, en manos del EI desde hace dos años. Varios miles de civiles han huido a campamentos desplegados al sur de Mosul desde entonces.

"Más de 5.000 personas se encuentran desplazadas actualmente y necesitan asistencia humanitaria", indicó Naciones Unidas en un comunicado este domingo.

La operación podría dejar hasta un millón de desplazados, lo que podría acarrear una situación de emergencia humanitaria sin precedentes.

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