El PSOE no se pone de acuerdo ni qué votar, ni cómo votar, ni quién debe hacerlo

El caos y la guerra civil se han adueñado del PSOE. La cadena de errores desde todos los sectores demuestran la descomposicion de un partido que se ha partido tras cuatro elecciones donde no ha dejado de perder votos. El Comité Federal ha dejado a la luz las heridas de un partido en el que una parte culpa a Sánchez de las derrotas y pide que asuma sus responsabilidad y otro sector considera que la falta de una concreción ideológica es la clave. Unos piensan que lo que mueve a Sánchez es el debate del yo, otros creen que lo que no se quiere es un gobierno liderado por este con los nacionalistas, que está más cercano de lo que parece.

Al final el Comité lleva horas para no avanzar ni un milímetro.  Sánchez ha propuesto una votación secreta sobre primarias y la votación para un Congreso Extraordinario. Los criticos defienden una votación a mano alzada sobre la formación de una gestora en la que no participen los miembros de la Ejecutiva actual (18). 

Dos miembros de la mesa defienden que voten los miembros de la Ejecutiva, pero la presidenta, Verónica Pérez dice que no. Los criticos también han dicho que no a la propuesta de Sánchez de readmitir a los dimisionarios y trasladar el Comité Federal a la semana que viene, el presidente de Aragón, Javier Lambán le ha llegado a contestar que Sanchez ya no era su secretario general. Así están las cosas. Caras largas, caos, y escraches en la calle. El PSOE se masacra en público