Posible encuentro entre Kerry y Lavrov sobre Siria en Ginebra

Ginebra se preparaba este jueves ante un eventual encuentro entre los responsables de Exteriores de Estados Unidos y Rusia que versaría sobre el conflicto sirio, una reunión que todavía no fue confirmada por Washington.

Sin embargo, Estados Unidos condicionó una colaboración entre ambos países a un "verdadero cese de las hostilidades".

En una entrevista con la radio británica BBC 4, Ashton Carter, secretario de Defensa estadounidense, declaró que "si se hallaba un acuerdo, éste sería el resultado de varias etapas, principalmente de un cese de las hostilidades que podría finalmente conducir a una colaboración mayor entre Estados Unidos y el ejército ruso".

Sólo Rusia había confirmado el encuentro, previsto el 8 y 9 de septiembre.

El jueves por la mañana Washington todavía no había emitido ninguna confirmación oficial, pero una fuente informada indicó que ésta podría llegar en la tarde del jueves.

La última reunión en Ginebra entre Serguei Lavrov y John Kerry se remonta al pasado 25 de agosto.

Ambos responsables conversaron por teléfono el miércoles y analizaron "los detalles de un acuerdo sobre cooperación ruso-estadounidense en la lucha contra los grupos terroristas en Siria, la extensión de la ayuda humanitaria y el lanzamiento del proceso político", según el ministerio ruso de Relaciones Exteriores.

El mismo día, en Londres, la oposición siria presentó un plan de transición política. Mientras tanto, la situación sigue siendo muy complicada sobre el terreno, principalmente en Alepo (norte de Siria), donde las fuerzas del régimen, apoyadas por la fuerza aérea rusa, consiguieron rodear totalmente los barrios rebeldes.

La Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) afirmó estar "preocupada" por la supuesta utilización de armas químicas en Alepo, donde decenas de personas informaron de casos de asfixia después de que el régimen lanzara en la ciudad barriles explosivos.

La primera etapa del proyecto de la oposición siria prevé una fase de seis meses durante la cual "las dos partes negociadoras tendrán que comprometerse a respetar una tregua provisional" y el retorno de millones de desplazados y de refugiados.

Durante la segunda etapa, de 18 meses, Siria estaría dirigida por un gobierno de transición, cuya puesta en marcha requeriría "la salida de Bashar al Asad y de su camarilla".

La tercera y última etapa permitiría consolidar los cambios a través de unas "elecciones locales, legislativas y presidenciales" organizados "bajo la supervisión y con el apoyo técnico de Naciones Unidas".

El plan retoma elementos de la hoja de ruta establecida en noviembre de 2015 por las grandes potencias en Viena, que no fijaba, sin embargo, el destino de Bashar Al Asad.

"La idea es, una vez hayamos alcanzado un verdadero cese de las hostilidades, abrir la puerta a retomar las negociaciones políticas", explicó a la AFP Anas al Abdé, presidente de la coalición siria de la oposición política en el exilio.

"Hemos presentado nuestra visión, si [Estados Unidos o Rusia] tienen mejores ideas, hablaremos sobre ellas pero hay algunos principios por los que el pueblo sirio está luchando desde que comenzó la revolución y no podremos ignorarlos", agregó, refiriéndose a la salida del presidente sirio.

El plan de transición fue presentado por el Alto Comité de Negociaciones (ACN), que agrupa a los principales representantes de la oposición y de la rebelión sirias y que mantiene contactos con una parte de los países del grupo de Amigos de Siria.

Entre éstos, figuran los responsables de la diplomacia del Reino Unido, Turquía, Arabia Saudí, Catar, Italia, la Unión Europea y Francia, mientras Estados Unidos conversará con el ACN por videoconferencia.

"Esta reunión es muy importante porque se lograron puntos de convergencia para salir del atolladero sirio", comentó el ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault, a la salida del encuentro.

Un acuerdo entre Moscú y Washington para el cese de las hostilidades, que podría producirse el jueves o el viernes durante la reunión de Ginebra, ya se esperaba durante la cumbre del G20 que concluyó el lunes en China.

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