Este último roce es fruto del conflicto diplomático generalizado entre ambos países desde el fallido golpe de Estado del año pasado en Turquía. Alemania se niega a extraditar a supuestos golpistas huídos allí, mientras que Ankara se ha negado a liberar a un periodista turco-alemán supuestamente implicado en el golpe.
Ahora, Ankara ha rescindido los permisos de visita a los diputados alemanes que deseen visitar a las tropas desplegadas en las bases de Kolya e Incirlik, donde la OTAN está desarrollando misiones de vigilancia aérea en Siria. Precisamente los soldados alemanes desplazados a esta última han sido trasladados a Jordania.
Para intentar rebajar el conflicto, Stoltenberg ha llamado al ministro alemán, Sigmar Gabriel, y al turco Mevlut Cavusoglu este pasado viernes en "con la esperanza de que Alemania y Turquía consigan acordar un día de visita cuando les venga bien", segú ha hecho saber un portavoz de la OTAN.
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