Abbott liderará a los republicanos en Texas, mayor feudo conservador en EEUU

  • El jurista Greg Abbott, de 56 años, es la nueva cara visible de los republicanos en el estado de Texas, mayor feudo conservador de EE.UU., que perfila así un nuevo escenario político sin Rick Perry, quien dejará en diciembre el cargo de gobernador tras 14 años.

Austin (EE.UU.), 4 mar.- El jurista Greg Abbott, de 56 años, es la nueva cara visible de los republicanos en el estado de Texas, mayor feudo conservador de EE.UU., que perfila así un nuevo escenario político sin Rick Perry, quien dejará en diciembre el cargo de gobernador tras 14 años.

Los republicanos eligieron a Abbott, actualmente fiscal general del estado, como candidato oficial a gobernador de Texas con cerca del 92 % de los votos, en unas elecciones primarias celebradas este martes y que abren el año electoral 2014 en EE.UU.

Las elecciones legislativas del 4 de noviembre servirán para renovar la totalidad de los escaños en la Cámara de Representantes estadounidense, un tercio del Senado y hasta 36 de los 50 gobernadores del país.

En Texas, Abbott se enfrentará a la demócrata Wendy Davis, quien con un 79 % de los votos es desde este martes la candidata a gobernadora de Texas y la nueva esperanza de los demócratas para reducir la hegemonía conservadora en este estado sureño, donde el 48% de los electores se define como republicano.

Elegidos el martes los candidatos a varios cargos públicos en Texas, parece que la campaña electoral de este año en este estado no esquivará temas controvertidos como la restricción del aborto, el derecho a portar armas a la vista, la enseñanza del creacionismo en las escuelas y la inmigración clandestina.

La demócrata Davis se definió ante sus seguidores como la única candidata que se desvincula del "establishment": "Lucharé por todas las libertades, no solo por ciertas libertades para algunos".

"Abbott quiere dictar a todas las mujeres las decisiones que deben tomar, incluidas las víctimas de violación e incesto", acusó durante la noche electoral en Fort Worth, en un discurso transmitido por Internet.

Abbott, parapléjico y en silla de ruedas desde los 26 años, es un ferviente defensor del derecho a portar armas, partidario de restringir el derecho al aborto a un mínimo de casos y lidera la defensa del estado de Texas ante la justicia desde 2002.

Este abogado, después juez y más tarde fiscal general ha defendido al gobierno texano en las cortes para restringir el aborto, mantener la prohibición del matrimonio gay y tumbar la reforma sanitaria del Gobierno federal, además de presentar unas 25 demandas en contra de la Administración Obama, según el recuento de su biografía oficial.

Su rival es la demócrata Wendy Davis, abogada y senadora estatal de 50 años, que ganó conocimiento nacional el pasado verano cuando protagonizó un maratón dialéctico de 11 horas en el Senado de Texas para retrasar la aprobación de la nueva legislación sobre el aborto.

Su estrategia le ayudó a tener un mayor grado de conocimiento que otros candidatos demócratas de la historia del estado, según algunos sondeos, y la situó como pieza clave para la estrategia de los liberales en el estado de los Bush, de Rick Perry y de Ted Cruz.

En poco más de una década, Texas ha pasado de tener 20,8 millones de habitantes a 26 millones y los demócratas pretenden capitalizar este cambio demográfico: los jóvenes, las mujeres de ideología moderada, los profesionales liberales llegados de otros estados y los hispanos que han conseguido la ciudadanía son sus objetivos electorales.

Aunque, en un estado con 1 de cada 5 latinos de EE.UU., ambos partidos trabajan para conseguir este elector, que todavía arrastra unos niveles bajos de movilización.

Así, los demócratas presentaran a Leticia Van de Putte, una latina de San Antonio, como candidata a vicegobernadora -de ganar, sería la primera latina en este cargo de la historia de Texas-.

Los republicanos optan por destacar las conexiones con la comunidad hispana de Abbott, cuya esposa Cecilia es latina de abuelos mexicanos -de ganar, sería la única "primera dama" (estatal) latina de la historia de Texas-.

Además, los conservadores cuentan con una figura latina emergente y moderada: George P. Bush, de madre mexicano-estadounidense, hijo del exgobernador de Florida Jeb Bush y sobrino del expresidente George W. Bush, a quien lo eligieron con casi el 75 % de los votos como candidato a comisionado de Tierras.

Sin embargo, los republicanos tendrán dificultades para definir su discurso ante este segmento social, en un estado con una fuerte implantación de los activistas del Tea Party y del republicanismo más extremo.

Prueba de ello son los resultados de este martes en la elección del candidato republicano a vicegobernador, una carrera en la que los aspirantes han tratado la inmigración ilegal de "invasión" y han planteado la restricción de ayudas sociales a los indocumentados.

Por ahora, David Dewhurst, actualmente en el cargo, deberá enfrentarse en una segunda vuelta al fortalecido Dan Patrick, que se presenta como "el único candidato que se opone a dar ayudas estatales a los inmigrantes ilegales".

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